HUESPED NUEVO 🧧

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Habia llegado a casa y, como era costumbre, mi padre no estaba allí. En cuanto a mi madre ¿qué puedo decir?

Estaba acabando de cocinar mientras hablaba por celular seguramente con Sasuke ya que reía felíz cada tanto.

Ella me saludó con la mano sin dejar de charlar. Subí a mi habitación, tras dejar la mochila me preparé para ducharme. Bajo la tibia ducha pensaba en Mitsuki. Era tan hermoso como misterioso.

Al salir me vestí pero mi mente seguía impregnada por ese beso y las sensaciones que ese extraño de ojos dorados me provocaba. ¿Qué demonios me estaba pasando?

Nadie jamás me habia hecho sentir eso, nunca habia estado pensando en alguien tanto como ahora lo hacía por él.

Me arrojé al colchón de mi cama para chatear con Mitsuki. Se podía decir que estaba desesperado aunque no lo reconocería, ya que eso era algo que no podia entender ni mucho menos controlar.

Mi madre me llamó para cenar. Estabamos los dos solos como solía pasar pero al bajar ví a papá. Acababa de llegar y por lo visto no le gustó mucho a mamá, aunque por otro lado estaba complacida al tener a papá en casa.

Aquello era demasiado para mí por lo que me limité a saludar a mí padre.
- Hola papá
- Hola hijo ¿qué tal la escuela? - ahí venía otra vez, la monotonía de los muñecos vivientes. Suspiré apesadumbrado antes de contestar.
- Bien papá, como siempre

Nos sentamos a cenar y mi mamá se portó totalmente diferente estando presente mi padre. Empezaba a percatarme de ciertas actitudes suyas, en verdad molestas. Ella directamente disponía cómo sentarse, qué bebidas tomarían y hasta de qué temas hablarían.

Tan diferente a cuando estabamos solos ella y yo, directamente no hablabamos y si lo haciamos era yo quien la iniciaba.

Pero ahora que estaba papá ella....practicamente quería obligarlo a ceder en todos sus caprichos. Con semejante actitud empezaba a comprender por qué papá habia optado por enamorarse de otra.

Mi papá suspiraba apesadumbrado, pero soportaba pasivamente lo que ella diga y ordene. Pero eso no era de mi incumbencia ya que se trataba de sus vidas.

Estaba cenando cuando creí oír la voz angustiada de Mitsuki. Lo sentía tan claro como si lo estuviera viendo frente mío. Preocupado le mandé mensajes al WhatsApp pero no los leyó.

Su dolor golpeaba mi pecho con fuerza al punto que me dolía respirar. Pero no me respondía los mensajes. Así me levanté y fue a su habitación para llamarlo pero no atendió el teléfono.

Intenté comunicarme nuevamente con él sin éxito alguno. Cuando creí enloquecer él respondió, el alivio regresó a mi persona.

Mitsuki dijo que habia dejado su celular lejos pero ahora lo llevaria con él. Sin embargo podía percibir que él no estaba siendo del todo sincero conmigo.

Aquello me dió qué pensar ya que por WhatsApp parecía estar bien pero ese extraño sentimiento de intensa angustia aún no se había ido de mí. Y sabía que era un sentimiento suyo.

Como el fin de semana habia llegado tuve una gran idea. Me quedaría en su casa, ésta vez no me alejaría de su lado hasta averiguar qué había sido todo eso.

Si, podía estar loco pero no me importaba. No quería alejarme de él, sentía que me estaba enamorando y la verdad no me molestaba la idea muy por el contrario. Deseaba tenerlo en mis brazos, empezaba a desesperarme. Por tal razón
tenía planeado hacer aquello.

---💔--💔--

Mitsuki se negaba a decirme la verdad ¿Qué demonios le sucedió realmente anoche? No me tragaba su excusa de: "Solo fue tu imaginación Boruto". No obstante él resultó ser muy terco.

Cuando le hice saber que esa noche me quedaría en su casa, se alarmó y me miró como si hubiese visto al demonio en persona. Pero a terco no me ganaría así que acabé saliendome con la mía.

Cuando iba llegando la noche, sin embargo, volvió a insistir a que me fuera a casa pero no cedí. Estaba más que dispuesto a descubrir qué ocultaba. No era por simple curiosidad, eso lo tenía muy en claro.

- ¿Por qué te empeñas en quedarte Boruto?
- ¿Por qué me echas con tanto empeño? Pareciera que no me quieres, como si desearas que desaparezca de tu vida para siempre.

- Nunca pero nunca vuelvas a decir eso Boruto, nunca más ¿entiendes?
- ¿Por qué? Si es la verdad, no me quieres. Te molesto. Bien, me iré y no te molestaré más.

Cuando quise irme él me sujetó con fuerza y me besó con pasión intensa. Presionaba mi cuerpo contra el suyo mientras acariciaba mi espalda. Fácilmente me dejé llevar por la pasión respondiendole esos besos con otros más intensos.

Me abrazaba con tanta ternura y desesperación que no dudé de su amor. Mitsuki me amaba, en verdad me amaba. Lo abracé con fuerza, ya que necesitaba hacerle entender de alguna forma que podia confiar en mí ya que yo....yo también lo amaba.

Pero él repentinamente me soltó y desvió la mirada alejándose de mí. Empezaba a anochecer.

- Quédate si quieres Boruto - dijo el peliazúl con voz ronca - Pero con la condición de que no saldrás de tu habitación en toda la noche. Por más que escuches los ruidos que sea.

-¿Cuál habitación?
-La que tu elijas mi amor - diciendo esto se alejó.

Mi amor, esa frase me dejó la mente en blanco por unos instantes. Se sentía tan bien oirle llamarme así. Pero al verlo alejarse me preocupé.

- ¡Espera! - grité pero la oscuridad ya habia invadido la mansión al completo y Mitsuki ya se habia ido.

Los candelabros se fueron encendiendo solos generando un bello espectáculo. Mi admiración empezaba a invadirme nuevamente ya que ese lugar de noche parecía estar encantado.

Las luces y sombras se combinaban en perfecta armonía. Subí las escaleras y me adentré en una habitación adornada por hermosos candelabros y una magnifica araña de cristal.

La cama de una plaza y media tenia llamativos apliques de rosas en cada extremo. No bien entré la puerta se cerró sola de golpe. Salté del asombro pero me distraje por la belleza de esa alcoba.

El cubrecamas tenia un tono dorado con flores de diversos tipos y tamaños dibujadas por doquier. La luz de la luna penetraba por las ventanas que permanecían abiertas.

Me dejé caer en esa bella cama. Saqué mi celular e intenté comunicarme con Mitsuki sintiendome un poco tonto ya que estabamos bajo el mismo techo. Pero para mi sorpresa él no estaba conectado.

Frustrado dejé mi celular en la mesita de luz. No sé en qué momento me quedé dormido en esa bella y cómoda cama dorada.











Monstruosa Realidad (MitsuBoru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora