KONOHA, PERDIDA EN EL TIEMPO🧧

557 87 19
                                    

Estabamos frente a un edificio en ruinas que al parecer fue la conocida torre del Hokage. Lo que en su momento habia sido el orgullo de la aldea, ahora tan solo era un edificio fantasma cuyos recuerdos yacían en su interior cuál espectros del ayer vagan por sus pasillos oscuros.

Aunque se veía peligroso me adentré allí ya que la curiosidad me estaba matando.

Caminé por donde debió ser un hermoso jardín repleto de las más variadas flores y árboles. Ahora estaba seco y más bien se veía como una selva con lianas llenas de espinas. Restos del edificio esparcidos por doquier repletos de telarañas.

Interesante escenario para una película de terror. Más allá me pareció ver algo o a alguien mirándonos tras las ventanas del primer piso.

Aquello no tenía ningún sentido ya que no debia haber nadie dentro. Sin embargo me adentré. Quería curiosiar un poco.

Mi padre me seguía pisandome los talones ya que estaba preocupado por mí. Al entrar al lugar el olor a moho nos golpeó con todo.
-Todo está destruido - decía papá contemplando el lugar - Como si hubiese habido un ataque enemigo.

Tenía razón, aquel parecía ser el escenario de una feroz batalla. Más allá habia una escalera que conducia a las oficinas del Hokage pero se veía peligroso subirlas. Mi papá me detuvo.
- No hijo, se caeran en cualquier momento.

Pero algo en el suelo llamó mi atención. Era una especie de foto vieja pero no se trataba de las fotos que estaba acostumbrado a ver. Me acuclillé y la levanté. Estaba sucia por lo que la limpié con la manga de mi ropa. Lo que ví me dejó helado unos instantes.

Estabamos Mitsuki, Sarada y yo. Los tres juntos con bandas en nuestras cabezas con el mismo símbolo que ví en las puertas al entrar a la aldea. Reiamos felices.

Pareciamos ser muy unidos los tres. ¿Con que Sarada fue mi amiga en mi vida anterior? Vestiamos ropas extrañas los tres.

Detrás de la foto habia algo escrito en un idioma desconocido para mí. Pero mis ojos volvieron a ser rojos y repentinamente pude entender lo que allí estaba escrito

"Boruto. Mitsuki. Si tan solo ambos estuvieran aqui nada de ésto estaría pasando. Ellos no nos estarían matando y el Séptimo no habría tenido que sacrificarse así. Pero la realidad es otra. Mitsuki, Boruto ¿por qué nos abandonaron sabiendo lo mucho que los necesitabamos?
Sarada"

Mis ojos volvieron a la normalidad pero yo entendía menos. ¿Abandonarlos? Yo me habia suicidado mientras que Mitsuki...él....él habia sido obligado a irse de la aldea contra su voluntad.

¿Qué habia pasado? Seguramente fue el motivo por el cual ahora la aldea al completo se veía así. Un lugar fantasma. Olvidado por el tiempo. Karin. La culpable de todo era esa perra maldita.

Me sujeté la frente con mi mano izquierda mientras cerraba los ojos en un desesperado intento por controlar mis lágrimas. Mitsuki. Nada tenía sentido sin su amor. Nada. Dolía tanto, maldita sea.

Mi papá me ayudó a colocarme de pie. Miró la foto y sonrió.
- Siempre fueron amigos Sarada y tú - dijo feliz - Que suerte que se volvieron a encontrar hijo. Pero ¿qué fue de Mitsuki?

Con un nudo en la garganta le conté todo con lujo de detalles. Hasta mi experiencia la noche anterior en su castillo. Pero el dolor amenazaba con partir mi alma como aquella vez en que me suicidé. Me arrojé a los brazos de mi papá llorando amargamente.

-Lo extraño tanto papá, tanto que....me duele...me duele mucho.
- Ya hijito, tranquilo. Él nunca te abandonó ni te dejó de amar.
- Pero no estamos juntos
- Eso puede remediarse ¿cierto? - lo miré en silencio - Solo necesitas verlo y decirle que lo recordaste todo. Sincerate con él, apuesto que es él quien peor la está pasando hijo.

Nos fuimos del lugar pero mi papá insistió en que dejara la foto que habia encontrado allí.
- Pertenece a otra vida hijo, ninguno de nosotros somos ellos. Anda, regresemos a casa.

Pero al caminar por las calles de la antigüa aldea ninja recordé a mi gran maestro cuyas enseñanzas me hicieron el gran ninja que más tarde fuí.

Me detuve súbditamente recordando a Sasuke y su increible habilidad con sus más variables técnicas. Él era en verdad increíble y fue como un padre para mí. Sasuke. El papá de Sarada tanto en la otra vida como en ésta.

- Sasuke - murmuré pero mi papá me escuchó y al verme me sonrió.
- ¿También lo recordaste Boruto? - me dijo sonriendo - En esa época fue nuestro más leal amigo. Era muy poderoso y super confiable.
- Nada que ver con el presente - dije con cierto dolor
-Anda hijo, repito, es otra vida. Otra época. Vamonos ya que será mejor dejar de recordar ese pasado.

Por primera vez estuve de acuerdo con él y lo seguí. Así nos dirigimos hacia la salida. No bien atravecé la puerta esa intensa tristeza desapareció de mi alma. El hecho de no estar junto a Mitsuki ya no me resultó asfixiante. Sino mas bien tolerable.

Pero seguia sintiendo a Kurama en mi interior. Eso si que no cambió. Respiré hondo y profundo. Estaba aliviado.
-Te encuentras mejor ¿verdad?
-Si
- Eso se debe a que toda tu tristeza y asfixia que sentiste antes de suicidarte quedó en ese lugar.

-¿Eh? - no entendia nada de nada de lo que me decia.
- Cuando liberes a Mitsuki podras volver aqui pero con él. Verás que todo se mostrará ante tí de un matiz diferente hijo.

Como seguia sin entender no dije nada y me limité a seguirlo en silencio. Pero una vez en el auto y camino a casa le pregunté.
-¿Qué te pareció a tí el lugar?
- Enriquecedor ya que me ayudó a entender muchas cosas de mi vida presente.
-Me alegro por tí papá.

Mi humor volvía a ser el antes, más aún que sabía qué deberia hacer a partir de este momento.

"Mitsuki, solo esperame mi amor. Pronto serás libre y volveremos a estar juntos"

Monstruosa Realidad (MitsuBoru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora