Trece

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— ¿Donde está Yujin?

La esbelta chica que se encontraba recostada contra la pared le lanzó una mirada sorprendida, era la primera vez que Hyejoo le dirigía la palabra desde hace días, se sentía extraño que pudiera verla a los ojos cuando antes evitaba cualquier tipo de contacto incluso cuando se topaban, era como si para Hyejoo no existiera nadie más que ella misma, como si estuviera viviendo su propia realidad.

— Planeando como huir de la comisaría o probablemente detrás de las rejas, realmente no estoy segura.— Se encogió en hombros levantando las comisuras de sus labios cuando el rostro de Hyejoo se desfiguró en pánico—. Deberías estar feliz, ya nada podrá atarte a ella.

— ¿Por qué está en la comisaría?—  preguntó con preocupación dando un paso más cerca de la mayor, notando la pequeña sonrisa en su rostro, burlándose de ella en su cara.

— Por tu desaparición.— Le dio una suave sonrisa acomodando un mechón del cabello de Hyejoo detrás de su oreja—. Vinieron por ella hace un tiempo, no entiendo tu preocupación Hyejoo, podrás irte de aquí.

— Yo... no quiero irme de aquí.

— ¿Qué?— La ceja juguetona de la mayor se elevó con burla—. ¿Finalmente te diste cuenta de todo lo que hace Yujin por ti?

— Lo que hace está mal.— Negó alejándose de la castaña, volviendo a su zona de cordura—. No es buena.

— Yujin no es una heroína, Hye— habló dirigiéndole una mirada de curiosidad cuando los dedos de la pelinegra comenzaron a jugar con la cadena en su cuello—. Es una villana, pero ten en cuenta algo.

— ¿Qué cosa?

La menor jadeó cerrando los ojos cuando sin esperarlo la castaña tomó con fuerza la cadena en su cuello, provocándole un leve dolor en donde el material había rozado su piel. La castaña continuó unos segundos en silencio analizando el pequeño dije en la cadena, pasando suavemente sus dedos sobre el material.

— Es la clase de villana que acabaría con el mundo por ti.— Le dio una corta mirada antes de soltar a la chica y alejarse unos pasos—. Te dio su collar, es suficiente para saber que te ama.

— ¿Qué?

Hyunjin suspiró casi con cansancio recostándose de nuevo en el muro detrás de ella, jamás imaginó que tendría que explicarle a su menor como si se trata de una clase, tenía mil cosas mejores que hacer (como darse a la fuga) pero si quería que su amiga recuperara a su novia, tendría que ponerla en contexto.

— Es un regalo de su madre— habló señalando la cadena que antes había tomado—. El único regalo que obtuvo en algún momento de ella, desde que tengo memoria siempre lo tiene puesto, es lo más preciado que tiene en este mundo.

— ¿Por qué es el único regalo?

— Sus padres... no eran precisamente las mejores personas del mundo, pero no siempre fueron así.— Comenzó a hablar haciendo una leve mueca, aún recordaba las tantas veces en que la pequeña niña corría hasta su casa para ocultarse de su padre—. ¿Sabías que su padre era detective?

— ¿Por eso sabe ocultarse tan bien?— preguntó recibiendo un leve asentimiento de parte de Hyujin—. Si era detective, ¿por qué Yujin no siguió sus pasos?

— Hyejoo, Hyejoo.— Rio provocando confusión en la menor—. ¿Alguna vez has escuchado que los hijos son el reflejo de sus hijos? El señor Hwang podía ser detective pero todo cambió cuando lo despidieron, se volvió agresivo y su madre terminó abandonando su hogar, lo que cuelga de tu cuello fue lo último que le dio a Yujin antes de desaparecer. Yujin casi no recuerda los momentos antes de que fuera despedido, era demasiado pequeña en ese entonces, pero yo lo hago, conozco a esa mocosa desde que usaba pañales.

Deathly | Son HyejooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora