Quince

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Park Chaewon tenía en claro que la vida era cruel e injusta, por eso decidió unirse a la policía en cuando se le presentó la oportunidad, quería comenzar a hacer un cambio en la humanidad, hacer justicia era un buen comienzo; pero el caso de Son Hyejoo la tenía en un gran aprieto.

No tenía pistas, la chica simplemente había desaparecido sin dejar el más mínimo rastro, interrogaron a toda persona que tuviera relación con ella e incluso revisaron su computador como último recurso, pero no había absolutamente nada, era como si la pelinegra que había interrogado hace poco simplemente se hubiera esfumado de la faz de la tierra.

— ¿Tienes algo?— Alzando la mirada se encontró con los ojos cansados de su compañera, Jungeun la observaba como si ella tuviera la culpa de no encontrar nada.

— Nada, nosotras fuimos las últimas personas en verla, no hay cámaras que puedan darnos alguna pista, no hay sospechosos, no hay nada.

Chasqueando la lengua, la mayor se dejó caer en la silla a su lado, remojando sus labios con la punta de la lengua observó con desdén como se disponía a hojear una vez más la carpeta del caso.

— Vaya mierda, solo espero que esté bien.

Chaewon no podía quedarse con solo esperar que estuviera bien, quería saber dónde estaba, ir por ella y entregarla a su madre que simplemente había entrado en la desesperación más gran que la detective había visto en todos sus años de servicio.

— Park, una niña quiere hablar contigo.

Alzando una ceja miró detrás de su compañero donde una pequeña chica de cabello corto fruncía el ceño al ser llamada "niña", se levantó del asiento cuando reconoció el pequeño rostro como una de las amigas de su desaparecida, ¿había pasado algo?

— Maldita sea, no soy una niña.— Escuchó el pequeño murmullo cuando estuvo lo suficientemente cerca de la menor, provocando que un poco de peso se fuera de sus hombros al reír ligeramente.

— Yeojin, ¿cierto?— preguntó suavemente recibiendo un asentimiento tímido—. ¿Qué te parece si hablamos en un lugar más privado?

La joven se sentía algo incómoda en aquel lugar, observaba el vidrio a su derecha con curiosidad, detrás de él habían personas observando ¿cierto?, se sentía como una criminal, una pequeña criminal.

— Bien.— Comenzó la mujer sentándose frente a la chica, haciendo que dejara de observar a su alrededor para centrar su atención en ella—. ¿Es sobre Hyejoo?

— Sí... no, bueno algo así.

Detrás del vidrio Jungeun suspiró observando la escena, debía prestar atención a lo más mínimo que dijera la chica y que pudiera ayudar a los casos de los cuales ahora también era parte. A su izquierda Jinsol leía detenidamente la carpeta del caso, con una gran expresión de cansancio en el rostro, incluso lo grave del asunto había logrado borrar todo rastro de sonrisa su compañera, si podía ser sincera, extrañaba verla sonreír.

— ¿Crees que realmente valga la pena esto? Allá afuera podría estar muriendo alguien más, la chica podría estar sufriendo y nosotros estamos escuchando a una niña.

— Es solo un año mejor que Hyejoo, no es una niña — habló escuchando como Chaewon intentaba calmar a la nerviosa chica con suaves palabras—. Además, es su amiga, y probablemente testigo de algo como para venir hasta acá solo para hablar con nosotras.

— Tenemos a la prensa sobre nosotros Kim, ya nos consideran una ciudad peligrosa por el incremento en los asesinatos, y lo que más me preocupa, es que nuestro culpable es extremadamente suertudo o una genio, nos evita siempre.

Deathly | Son HyejooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora