A pasado 4 semanas desde que me fui de mi casa, no se como e sobrevivido tanto. Pero a quien engaño, siempre e buscado la supervivencia por algo me aleje de ese lugar.
E trabajado constantemente desde que me fui. Busque trabajo en un Starbucks donde la paga no es mala pero podría estar mejor, los fines de semana trabajo como maestra y entres semana soy niñera de los niños de mi edificio. Es estupido que me encuentre en esta situación pero ya no podía seguir viviendo en el constante estrés de que tenía que terminar mi carrera. Tampoco podía continuar haciendo que mis papás pagaran una gran cantidad de dinero por mis estudios, cuando también tenían que pagar los de mis hermanos. Por eso tome la decisión consciente de abandonar mi carrera y por fin estudiar algo que realmente me apasionará. Mis padres se molestaron mucho, ocasionándome problemas con ellos. Haciendo que me corrieran y me dejaron de hablar, pero seamos realistas no me importa en lo absoluto, para mi es mucho mejor no tengo que cumplir con grandes expectativas sobre mi vida solo tengo que hacerme feliz a mi. Esto implica que si trabajando de sol a sol, me hace feliz, no me importa.
Al principio creí que no lograría sobrevivir ni un día, pero mi mejor amigo Ángel me dio alojamiento en su pequeño departamento. Y ahora éramos roomies de tiempo indefinido, deco admitir que aunque amo con todo mi corazón a Angel, ambos queremos nuestro propio espacio. Agradezco sinceramente lo que hizo por mi y ahora me gustaría dejarlo tranquilo de mi. Alguien como el necesita su privacidad y es que desde que llegue ya no a tenido citas, y lo entiendo no quiere que vean a la entrometida de su mejor amiga.
-¿we en la noche tienes planes ? - me pregunto Ángel sacándome de mis pensamientos, no me había dado quien ya que ya estaba a mi lado sirviéndose cereal.
-pues cuidaré a los hijos de la señora Carmen, dinero extra- respondí mientras tomaba un poco de mi delicioso café, amaba su olor y su sabor en las mañanas, podía sentir como me iba despertando a cada trago que sorbía.
-¿a que hora terminas?- volvió a preguntar con su vista en su celular y comiendo al mismo tiempo, a veces me sorprendía su capacidad para el chisme que lo hacía comer y ver el chisme al mismo tiempo.
-pues...- analice bien que iba responder si decía que salía temprano me diría que fuéramos a de seguro una fiesta y se le decía que salía tarde me diría que nos viéramos en el lugar, así no tendría que ir. Analizando eso, la mejor opción era la segunda- hasta que llegue la señora Carmen, la verdad no me dijo hasta que hora- sonreí con malicia, el no me veía ya que su mirada seguía en su teléfono. Realmente era divertido hacerle creer que estaba interesada en su fiesta.
-rayos, es que los chicos quieren ir al nuevo antro que está en el centro- dijo al fin murándome, pude sentir como sus penetrantes ojos cafés esperaban una respuesta positiva a esa idea
-mm no se si pueda alcanzarlos, de por si aún no junto lo de este mes- dije mientras ponía mi taza en la mesa sin dejar de observarlo, lo conocía bien. Estaba analizando si estaba nerviosa para detectar mentiras. Infalible técnica que le funcionaba pero hoy en definitiva no sería así.
-Bueno te podemos esperar y por las bebidas no te preocupes nosotros pagamos- dijo con simpleza
-no enserio, vallan ustedes, no puedo seguir permitiéndome que paguen mis bebidas cada vez que salgamos, creo que les debo mas dinero que vida- dije mientras dejaba de mirarlo y comenzaba a lavar mi taza
-sabes que no tienes que pagarnos- dijo con algo de molestia pude afirmarlo sin ni siquiera mirarlo. El decía que yo no tenía que pagar nada por estar con ellos y comprar bebidas.
-pero tú sabes que no me gusta deber dinero. -dije con fastidio, a veces lo amaba y otras lo odiaba, amaba que siempre quisiera ayudarme y que fuera como mi hermano y por otro lado odiaba que no le importara cuánto dinero le debiera siempre quería invitarme todo. Y no negaré que es lo mejor, pero me siento como una sanguijuela chupando su sangre.
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Traveling Nanny [Tom Holland/ Charles Leclerc]
Fanfiction-ven sígueme- lo tome de la mano y caminamos lejos de todos. Quería que fuera personal lo que tenía planeado. Sin rechistar se aferró a mi mano y salimos a una de las terrazas, aunque conociéndolo, no tardaría en preguntar. -ya no quiero la prueba...