ꜱʜᴇ || ʟɪᴢᴢɪᴇ ᴘᴏᴛᴛᴇʀ

Capítulo 3

-No os quedéis atrás - Habló Amos.

Lo seguimos mientras las chicas y yo señalabamos como bailaban las personas.

-¡Vamos chicas no os quedéis atrás! - Nos llamó Arthur.

-Bueno Arthur, aquí nos separamos - Habló el señor Diggory.

-Hasta luego Amos. Suerte.

-¡Vamos hijo!

-¡Hasta luego Cedric! - Se despidió Fred. Se despidió de todos con la mano y se detuvo al lado mío.

-Adiós Lizzie - Sonrió.

-Adiós Cedric, y siento lo de antes - Me referí a caer encima suyo.

-No te preocupes. Nos vemos luego - Me tocó el hombro y se fue.

Nos quedamos todos viendo como se iban y empezamos a caminar de nuevo siguiendo al señor Weasley.

-Vaya vaya - Se acercó George.

-¿Qué? - Le miré.

-Parece que la chica Slytherin se a fijado en un Hufflepuff. Pensaba que nosotros éramos tus favoritos - Se hizo el ofendido tocando su pecho.

-Que exagerado. Sólo estábamos hablando, nada más - Le respondí.

- Lizzie Potter y Cedric Diggory, suena bien, ¿No Harry? - Alzó la voz Fred.

-¡Fred porfavor! - Grité, pero ya era demasiado tarde. Me había llevado las miradas de Hermione, Ginny, Harry e incluso Arthur haciendo que mi pelo se volviera todo naranja.

-¿Suena bien o no Harry? - Harry solo rió - ¿O suena mejor Lizzie Potter y Draco Malfoy? - Arthur se giró de golpe al escuchar Malfoy pero intentó disimular su confusión.

-George, Fred. Suficiente - Hablé disimulando mi incomodidad.

-¡Mirad esto! Hogar dulce hogar - Señaló una carpa.

Entraron todos dejándonos confundidos de que cabieran a la perfección pero entramos igual.

-Ginny, mira - Hablaba Hermione.

-Nada mal, chicas empezad a deshacer la maleta - Dijo Arthur - Ron, sal de la cocina no es hora de comer.

-¡Sí, sal de la cocina! - Imitaron los gemelos.

-Bajad los pies de la mesa - Ordenó.

-Bajad los pies de la mesa - Volvieron a imitar. Los bajaron pero los volvieron a subir cuando su padre se dió la vuelta.

-Adoro la magia - Soltó Harry.

Nos preparamos para el campeonato. Salimos y llegamos al estadio donde habían miles de personas ansiosas por ver el juego.

-¡Cielos papá! Nos a tocado arriba del todo - Habló Ron mientras subíamos.

Sé oyó una voz que era irreconocible para mí pero al parecer todos los demás la conocieron.

-Si lo miramos de otra forma, seréis los primeros en saber si llueve - Habló. Miré todo desde detrás así que impedía que se me viera. Era un hombre con el pelo rubio largo y sostenía un bastón.

Entendí quien era cuando lo vi aparecer. Malfoy, Draco Malfoy, vestido de negro que hacía relucir su tez blanca y su pelo rubio que ahora llevaba un poco hacia un lado.

Su mirada y su rostro transmitían lo mismo que la de su padre, Lucius Malfoy. Ambos se sentían superiores y se notaba.

-Nosotros estaremos en el Palco del Ministerio, el mismo Cornelius Fudge nos invitó personalmente - A veces me sorprendía como podía ser tan arrogante y algunas veces se veía tan vulnerable.