Harry Potter. Lizzie Potter.
Prácticamente casi toda la vida sin saber de ella, años después tiene la oportunidad de ir a Howgarts. Y ahí durante dos años de aventuras, nuevos amigos y no tan amigos sigue sin saber ese secreto tan oculto.
Ella. Ter...
Llegando al castillo observamos como unos carruajes eran llevados por caballos con alas. Hagrid mientras los guiaba.
Yo, intentaba hablar lo menos posible de mi sueño.
-Esto no se ve todos los días - Habló Ron a mi lado.
Y justo del lago salió un barco.
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-Ahora que todos están en sus lugares, quisiera informaros algo. Este castillo no será sólo vuestro hogar este año...
El profesor Dumbledore daba su discurso, mientras yo estaba sentada a un lado de Pansy y Blaise y con Draco frente nuestro. Yo solo miraba las mesas, que estaban más alargadas.
Ahí entró Filch corriendo, y paró a un lado del director susurrandole algo.
-Decía - Filch se fue de nuevo - Hogwarts a sido elegido para la siguiente, de un legendario evento. El torneo de los tres magos - Todo el mundo empezó a susurrar - Para aquellos que no lo sepan, el torneo de los tres magos reúne a tres escuelas para una serie de pruebas mágicas. Y de cada escuela se selecciona un alumno para competir. Y que quede claro, si alguno es elegido, estará solo, y creedme que este juego no es para los asustadizos. Pero hablaremos luego, por ahora damos la bienvenida a las bellas señoritas de la Academia de Magia de Beauxbatons y a su directora Madame Maxime.
Un grupo de chicas vestidas con tonos azules entraron bailando delicadamente.
-Creo que me he enamorado - Hablé.
-Yo igual - Continuó Blaise.
A lo que Draco sólo rodó los ojos.
Muchos de los chicos de Slytherin silbaban, mientras las chicas terminaban su baile, una chica aparecía y tras ellas una mujer semigigante, era más alta que Hagrid.
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El profesor Dumbledore se paró frente a la mujer y dió un beso en su mano.
-¡Ahora nuestros amigos del Norte! ¡Recibamos a los orgullosos hijos de Drumstang y su director Igor Karkaroff! - Presentó Dumbledore.
Otro grupo más entró, esta vez eran solo chicos, que, haciendo una melodía golpeaban sus bastones en el suelo y los giraban. Dejaron paso a alguien más, el director y un chico.
