Harry Potter. Lizzie Potter.
Prácticamente casi toda la vida sin saber de ella, años después tiene la oportunidad de ir a Howgarts. Y ahí durante dos años de aventuras, nuevos amigos y no tan amigos sigue sin saber ese secreto tan oculto.
Ella. Ter...
Llegó la noche. Todos estaban en el Gran comedor así que nos dirigimos hacia allí, con Ron a un lado mientras hablaba con él de lo que había pasado en la clase de Alastor. Neville salió muy afectado y él lo llevó a tomar un té.
Entramos y vi como Cedric era animado para meter el papel con su nombre en el cáliz mientras muchos lo observaban.
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-Hola - Lo saludó Ron, el Hufflepuff sólo le sonrió.
Yo sólo miraba el cáliz, ¿Cómo se sentiría ganar el Torneo de los tres Magos? Ser el orgullo de la escuela, y orgullo Slytherin.
-¿Todo bien? - Golpeó mi hombro sonriendo.
-Claro. Veo que vas a participar en el torneo - Hablé.
-Sí, es una gran oportunidad para ser el orgullo de Hogwarts, ¿No?
-Sí, suerte Cedric - Sonreí.
Nos giramos al oír gritar animadamente. Eran los gemelos Weasley.
-Chicos, la tenemos - Me acerqué a ellos notando como Cedric también venía.
-¿Qué tenéis? - Pregunté.
-La poción para envejecer - Contestó Fred.
-No va a funcionar - Declaró Hermione.
-¿Por qué no, Granger?
-Esta es la línea de la edad, Dumbledore la ha dibujado.
-¿Y qué?
-Es Dumbledore chicos, no se le puede engañar fácilmente - Hablé a un lado de Cedric y Harry.
-Por eso funcionará - Sonrió Fred.
-Es patéticamente efectiva - Terminó George - ¿Listo Fred?
-Listo George.
-¡Hasta el fondo! - Bebieron de los dos frascos.
Tomaron la poción y ambos pasaron por la línea. Todos aplaudieron. Sacaron sus trozos de pergamino con su nombre y fueron hacia el cáliz, al ver que éste no hacía nada y dejaba que los nombres entraran. Ellos empezaron a celebrarlo hasta que el cáliz expulsó una extraña luz y los lanzó a ambos fuera.
Ambos tenían el pelo más largo y canoso y también barba. Nos acercamos hasta que empezaron a discutir.
-¡Te lo dije! - Dijo Fred.
-¡Yo te lo dije! - Ambos empezaron a forcejear. Y mientras todos animaban.
Hermione se sentó abriendo de nuevo su libro, yo me senté a su lado mientras Cedric se sentaba al lado mío mientras hablaba con sus amigos Hufflepuffs.
En eso escuchamos como la puerta se abría y miramos hacia él, Viktor Krum, que se dirigía al cáliz con seguridad y puso su nombre en el cáliz, seguidamente miró a la chica que tenía a mi lado y ella sonrió de lado.
