Capítulo 4

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Llamamos a la puerta de su oficina cuando oímos un "a delante" abrimos la puerta y nos pidió que escribiéramos unas líneas.

-No, con vuestra pluma no - Declaró - Usareis una especial, ahora escribir "no debo decir mentiras"

-¿Cuántas veces? - Miré el papel.

-Digamos que hasta que el mensaje se grabe.

-No nos ha dado tinta - Habló Harry.

-No la necesitáis.

Nos miramos mutuamente pero empezamos a escribir. Al terminar la frase sentía como mi mano ardía, al mirar en ella vi marcada la frase.

-No debo decir mentiras - Susurró Harry al ver su mano también.

-¿Si? - Preguntó Dolores.

-Nada.

-Muy bien. Porque vosotros sabéis que en el fondo os merecéis este castigo, ¿Verdad Potter? - Miró a ambos.

Se volvió hacia su escritorio y tuvimos que seguir copiando.

[•••]

Entré a la sala común de Slytherin y pasé junto a los sofás donde estaban sentados mis amigos junto a Pansy - mi mejor amiga - al llegar ahí escondí la mano.

-¿Cómo ha ido? - Preguntó Theodore.

-Un castigo como cualquier otro - Me senté incómoda.

-¿Porqué escondes tu mano? - Señaló Pansy - ¿Hay algo que estés ocultando?

-No es nada - Hablé cuando Blaise me tomo la mano.

-Lizzie... - Me miró - ¿Ella os ha hecho esto?

-Si, pero no importa.

-Debes decirle a Dumbledore - Declaró Theo.

-Suficientes problemas tiene ya, en serio no es nada - Les miré, mi mirada se posó en el rubio que solo miraba a mi mano pero no decía nada.

Me dí cuenta de que todos me observaban mientras yo miraba a Malfoy. Retiré la mirada y me levanté.

-Debo ir a la biblioteca, tengo que leer un libro sobre Estudios Muggles, nos vemos luego - Asintieron.

El fin de semana, por la mañana, Harry y yo íbamos camino hacia la cabaña de Hagrid aunque él no estuviera ahí. Vimos como Wendy llevaba la carta que habíamos escrito para Sirius.

"Querido Canuto.

Esperamos que estés bien. Aquí ya hace frío, es notorio que el invierno se acerca. A pesar de estar en Hogwarts nos sentimos más solos que nunca. Se que tú más que nadie nos entiende."

Paseamos un tiempo al rededor de la casa. Escuchamos un ruido proveniente de un animal y avanzamos, con curiosidad fui adentrandome al bosque con Harry tras mía.

De lejos se veían las mismas criaturas que habíamos visto anteriormente en el carruaje. Observé a la misma chica rubia, Luna. Ella acariciaba la criatura.

-Hola Harry Potter, hola Lizzie Potter - Saludó sin girarse. Después se giró y nos miró.

-Tus pies. ¿No tienes frío? - Preguntó Harry al ver sus pies descalzos.

-Un poco. Todos mis zapatos han desaparecido misteriosamente. Habrán sido los nargles.

-Oh - Exclamé, la miré de nuevo y me apoyé en Harry para quitarme mis zapatos.

ꜱʜᴇ || ʟɪᴢᴢɪᴇ ᴘᴏᴛᴛᴇʀ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora