Capitulo XIV

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Jun Wu cayó cerca de su trono, comenzó a reír sintiendo la piel regenerarse entonces quemó la criatura en sus brazos.

— Era de suponerse que este era falso, increíble tiene tanto poder que puede hacer que tus débiles golpes me den cosquillas, ahora déjame probar a mi — dijo Jun Wu y en un parpadeo ya estaba en frente de Xie Lian y entonces impactó un fuerte golpe en su mejilla.

Xie Lian tuvo que evitar caer de espaldas y lastimar a su pequeño, apenas se sostuvo cuando sintió que los grilletes malditos comenzaban a presionarse haciéndole casi imposible de respirar y de moverse.

— ¿Dime Xian Le, te dolió?

Hua Cheng desenvainó a E —Ming y arremetió contra Jun Wu que bloqueó su ataque y presionó los grilletes de nuevo.

—Está no es tu pelea. Apártate o seguiré apretando.

Hua Cheng retrocedió mientras Xie Lian recobraba el aliento.

De nuevo estaba impotente viendo a su amado bajo las garras de Jun Wu.

—Entonces deberías revelar tu verdadera cara. ¡Tú eres Bai Wuxiang! ¡El mismo que causó la caída del reino XianLe!

Todos murmuraron apresuradamente y Jun Wu lanzó su mirada de odio hacia todos.

Xie Lian estaba atónito. La persona que veía con tanto respeto era el mismo causante de su tragedia.

—Ese reino iba a caer de todas maneras. Sólo le di un empujón para que Xie Lian encontrara el camino correcto, pero siempre logró escapar.

—Deja de fingir que eres bueno.

Dijo mirando a Xian Le.

Pero su alteza se levantó y le dio otro puñetazo. El bebé le había prestado poder espiritual y este golpe logró aturdir a Jun Wu.

Jun Wu sonrió.

— Xian Le, crees que puedes hacer algo, aunque el bebé te de energía espiritual nunca podrás superarme mientras tengas esos grilletes, los grilletes que tú mismo me pediste que te colocara — dijo entre risas — Solo puedes lanzar golpes inútiles, en cambio... Esto si es un verdadero golpe Xian Le.

Jun Wu golpeó a Xie Lian haciéndolo caer y lo inmovilizo en el suelo con ayuda de los grilletes, entonces lo tomó del cabello y comenzó a golpear su rostro contra el suelo una y otra vez el suelo comenzó a hundir y a teñirse de rojo con la sangre que brotaba del rostro de Xie Lian.

— ¿Te duele Xian Le? dime si duele y entonces me detendré, pídeme piedad y te la daré — dijo levantando su rostro para ver el rostro ensangrentado de Xie Lian, pero este le miraba con enojo, entonces en una actitud de suma rebeldía escupió en su rostro algo de sangre.

Jun Wu entonces volvió a seguro con el brutal maltrato, Xie Lian no podía dejar de pensar en lo mucho que dolía, pero tenía que resistir.

" Tengo que resistir, encontraré una manera de derrotarlo..."

De repente Xie Lian sintió como su hijo le otorgaba un gran poder.

"No lo hagas, los grilletes, no podré derrotarle" pensó Xie Lian.

Pero la cantidad de poder que estaba recibiendo no se detuvo en cambio siguió incrementándose, era mucho más de lo que pudiera imaginar, tanto que su cuerpo estaba saturado de energía espiritual, entonces los grilletes no pudieron contener esta gran cantidad de energía y terminaron por romperse.

Hua Cheng observó con orgullo. Le había indicado al bebé qué hacer y el pequeño había cumplido mientras se aferraba a su madre.

Sin duda no era un niño ordinario. Cuando los grilletes se rompieron, Xie Lian se llenó de energía al instante, su presencia se volvió muy fuerte y todos sintieron al ser poderoso que estaba cerca.

—¡San Lang! —gritó y lanzó al bebé hacia él.

Hua Cheng lo atrapó y besó su frente premiándolo por su excelente trabajo.

Xie Lian comenzó una pelea a puño limpio. Cada puñetazo que antes fue risorio para Jun Wu ahora le aturdía todo el cuerpo y lo hacía retroceder. Su apariencia pura poco a poco se fue resquebrajando hasta revelar el rostro de Bai Wuxiang.

Xie Lian entonces al ver su verdadero rostro concentró una gran cantidad de poder espiritual en su puño y entonces antes de que Jun Wu pudiera reaccionar impactó el golpe en su rostro, todos los golpes que le había dado se los devolvió uno a uno, sentía una extraña mezcla de amargura y tristeza al saber que esta persona en la que había confiado tanto era quien más le había hecho sufrir.

Jun Wu ahora no lucía impecable e imponente, simplemente se veía desagradable ante sus ojos, un par de lágrimas brotaron y ya no pudo seguir descargando su ira y frustración con él.

— Aún te falta darme el golpe de gracia Xian Le — dijo Jun Wu escupiendo algo de sangre.

— No soy como tú, nunca lo seré — dijo Xie Lian.

Jun Wu estaba herido, demasiado para que pudiera regenerar sus heridas con rapidez y su armadura impenetrable estaba rota, entonces los demás oficiales de la corte que aún estaban consternados, algunos reaccionaron preguntándose que hacer.

— Bai Wuxiang será encarcelado y pagará por sus crimines — dijo Xie Lian.

Todos los presentes estuvieron de acuerdo. Se le colocaron grilletes para que no pudiera absorber poderes espirituales ni escabullirse con algún truco. Aun así, era un ser peligroso y fue a una cárcel donde permanecería su eternidad. Poco a poco fueron cayendo sus cómplices. Mucho sabían su identidad y ahora el cielo debía reformarse.

Lluvia Sangrienta que Poliniza una FlorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora