GANADORA

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—¡Buenas noticias! — Tabata llegó corriendo con una gran sonrisa después de la hora de la comida. —Tenemos ganador de la propuesta para comercial. — Todos rápidamente se reunieron a su alrededor.

—¿Quién fue? — Berna estaba muy interesado.

Ni Adam ni yo le dimos importancia, nos acercamos sin ánimos, ninguno de los dos habíamos enviado ninguna idea. No se nos ocurrió ninguna.

— Fue… — Tabata creaba tensión. —¡Luisa! — Todos aplaudimos, Luisa parecía muy feliz. —Espera... — Tabata le entregó a Luisa una de las hojas que tenía en las manos. — Es un premio por contribuir a la empresa.

A Luisa le saltaron los ojos, era un reconocimiento y un bono, todos volvimos a aplaudir.

—Gracias. — Luisa estaba al borde del llanto.

—¡Wow, Luisa! ¡Felicidades! — Berna seguía aplaudiendo. —¿Qué idea propusiste? ¿La de la entrevista? — Berna preguntó realmente interesado.

—No lo sé, propuse muchas ideas. — Luisa se encogió de hombros un poco nerviosa.

—La idea ganadora fue… — Tabata buscada entre las hojas que tenía en la mano. — Aquí está… — Puso la hoja hasta el frente de todas y se aclaró la garganta. — Luisa propuso: Cuando una chica invita a su novio mientras sus padres salieron de viaje y envía un mensaje que dice: "Amor, ven pronto… — La voz de Tabata se apagó y todos miraron a Luisa con la boca abierta.

—¿Esa no fue idea de Ana? — Preguntó Adam molesto.

—Exacto. — Berna se llevó sus puños a la cintura.

Yo miré a Luisa directamente, ella miraba el piso con vergüenza, hubo un silencio corto y después todos comenzaron a susurrar entre si.

—A ver, basta. — Tabata cortó la tensión. — Es cierto que Ana contó la anécdota, pero Luisa la concluyó, la redactó y la presentó. — Luisa levantó la mirada y sonrió satisfecha. — No creo que sea correcto acusar a Luisa de algo que no hizo.

—Fue claro que robó la propuesta de Ana. — Adam respondió.

—Luisa no robó nada porque Ana no presentó nada, así que no quiero que nadie hable a las espaldas de nadie. — Tabata dió por terminada el comunicado y fue directo al elevador, Adam corrió detrás de ella.

Todos ignoraron a Luisa y volvieron a su escritorio, pero ella caminó hasta mi.

—¿Podemos hablar? — Me preguntó y caminó para que la siguiera, fuimos a la parte del refrigerador, Luisa comprobó que no hubiera nadie. — Ana, una pregunta. — Dijo seriamente. —¿Cuál es exactamente tu trabajo?

—¿A qué vas con esto? — Quería ir directo al grano, me crucé de manos.

—Ana, Ana, Ana… — Suspiró despreocupada, burlona. — Si yo no te hubiera hecho el favor de tomar tu idea y redactarla como debe de ser, hubiera quedado simplemente en eso, ¡Una idea! — Me reí con ironía pero retomé la compostura.

—¿Me hiciste el favor? — Pregunté sin poder creer su estupidez.

—Ana, la idea floreció en el momento en el que la presenté yo y por eso dió los frutos para ganar y que se realice. — Ahora sí estallé a carcajadas. — La parte importante de tu trabajo es apoyar a tus superiores en silencio. — Dijo entre dientes y guardé silencio. — Tú nunca te vas a llevar el crédito, pero debes apoyar al equipo. — Luisa hablaba con mucho egocentrismo, parecía realmente creer que me había hecho un favor. — Pero para que veas que no es nada en contra tuya, yo invito la comida. — Luisa se dió la vuelta y salió de la pequeña sala, yo fui detrás de ella.

Soltera divorciadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora