Carmen estalló de risa cuando le conté todo. Le expliqué que no era gracioso, casi me llevan presa. Llegué a la conclusión que todo era culpa de Alejandro, siempre me meto en problemas por su culpa.
Al día siguiente me fui con un vestido más bonito, me hice un recogido que ví en un tutorial de YouTube.
Adam solo se la pasaba molestándome, decía que me había arreglado para él y yo solo lo maldecia.
Tuve mucho trabajo desde que llegué, debía pasar contratos a computadora pero cuando me desocupé era la 1:40 pm fuí al baño para refrescarme un poco y así fue, me retoqué el peinado y el maquillaje.
—Me dijeron que el jefe se irá a las 2, tiene una comida de negocios. Entonces a esa hora puedo salir a verte, pero sólo unos minutos. — Una mujer entró al baño hablando por teléfono, Alejandro se iba a las 2. Eso me daba un rango para poder encontrármelo en el elevador.
Salí hacia el elevador, apretaba el botón. Si se abrían las puertas y no estaba él, fingía que se me había olvidado algo y les pedía disculpas a quienes estuvieran, para no subir al elevador.
Pasaron tres o cuatro veces que el elevador se abría y no estaba Alejandro. Ya me estaba rindiendo, hasta que al apretar el botón, el elevador se abrió y vi a Alejandro sólo en el elevador, ni siquiera Héctor estaba con él.
Lo miré y sólo cuando él alzó la vista para verme, entré. Él parecía incómodo al tenerme ahí.
Apreté el botón de planta baja y comenzamos a bajar.
—¿Dónde vas tan arreglado? — Le dije en el mismo tono en el que se lo decía cuando me ponía celosa porque algunos fines de semana me pedía permiso para salir con sus compañeros en vez de salir conmigo. — De seguro vas a con tu amiguita Roxy, ¿Verdad? — Seguí con mi actuación. Él sacó su teléfono ignorandome, yo no supe qué hacer ¿Cómo rompo el hielo?— Escucha, solo quería pedirte…
Habíamos llegado abajo y él salió en cuanto se abrieron las puertas dejándome hablando sola.
Salí también y caminé detrás de él con cuidado.
—¿Lilly? — Señaló a una chica que iba entrando con sus amigas.
—Sí, señor. — Ella se puso nerviosa.
—Feliz cumpleaños. — Siguió su camino dejando a Lilly y a sus amigas suspirando por él.
Él solía ser así conmigo, siempre tan atento, él nunca olvidaba nada. Ni el más mínimo detalle.
Regresé a mi piso triste y enojada, ¿Cómo podría obligarlo a hablar conmigo? Debía estar furioso por lo que hice.
Cuando llegué Tabata estaba hablando con todos, me regañó frente a todos porque estuve 30 minutos en el baño. Le prometí que no iba a pasar de nuevo y la verdad no fue tan dura, solo fue un comentario. Después trató de recordar en qué se había quedado y cuando logró acordarse finalizó.
—Entonces quedamos que quien cierre primero el contrato con el nuevo restaurante, será el ganador. — Tabata regreso a su escritorio y todas las mujeres comenzaron a gritar de la emoción.
—Yo no entiendo, ¿Qué tiene de especial cenar con el jefe? — Adam estaba a mi lado quejándose.
—¿Qué? — Pregunté confundida.
—Quien cierre el trato será el ganador de una cena con el director general, preparada por él. — Se rió y yo me quedé estática.
Dios me ha mirado a los ojos y sonriendo ha dicho mi nombre.
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Soltera divorciada
RomanceEn la vida tienes dos opciones, te esfuerzas para triunfar o te casas con un millonario y Ana odia esforzarse en la escuela así que comienza a trazar un plan para no tener que trabajar en el futuro. Su peor escenario sería terminar como sus padres...