ENTREVISTA

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—¿¡Que vas a hacer qué!? — Carmen estaba muy sorprendida cuando le dije mi plan.

—Carmen, lee bien esto. — Le mostré la publicidad que me había robado de la calle.

—El 14 de febrero se cumplen 4 años de la fundación de la empresa. — Parecía sorprendida.

—Lee abajo. — Le señalé el pie de página.

—Forma parte de nuestra familia, solicitamos pasantes de marketing. — Leyó en voz alta. — Ana, tú no estudiaste marketing. — Carmen me regañaba.

—Dice que no es necesario el estudio, si no la experiencia. — Le señalé dónde lo decía.

—¿Experiencia? — Me preguntó retadora. — Ana, ¿Cuál experiencia?

—He estado trabajando 6 años en ventas. ¿No crees que yo sé cómo convencer a la gente? ¿No crees que yo puedo vender un producto a miles de personas? Carmen, yo logré vender 250 chaquetas en un día porque Alejandro necesitaba una computadora nueva. ¿Crees que no puedo? — Le pregunté obvia.

—¿Para qué quieres meterte en problemas? Mejor déjalo por la paz. — Carmen hizo bola el anuncio y yo la miré triste.

—Voy a hacer que se arrepienta. — Le avisé a Carmen.

—Él ya no es el mismo Alejandro que conocemos, Ana. — Me reclamó, tratando de que yo entrara en razón. — Él nunca te habría dicho lo que te dijo hoy, ¿Tú crees que va a dejar que tú trabajes en su empresa?

—No sólo voy a trabajar en su empresa, voy a hacer que se enamore de mi. — Pensé en voz alta. — Que no piense en nadie más que no sea yo y me de todo su maldito dinero. Voy a hacer que se arrepienta de todo lo que me dijo hoy. — Estaba muy enojada.

—¿Y cómo vas a hacerlo?— Carmen no quería que lo hiciera. —¿Vas a descomponer tu teléfono y le pedirás que lo arregle? — Se burló. — Ana, aunque logres conseguir el trabajo, será casi imposible que lo veas, vas a ser empleada en un departamento de su empresa, no su asistente o su secretaria.

—Vamos por pasos, primero conseguiré el empleo y después ya sabré cómo acercarme a él. — Estaba muy motivada. — Ahora, necesito enviar mi currículum a la empresa. — Sonreí.

Había enviado mi currículum hace dos días, pero debía seguir buscando un empleo, no debía confiarme, casi nunca salían las cosas como yo quería, quizá mi plan de venganza sólo se quedaría en eso, en un simple plan.

Ya siendo más realista, Carmen tenía razón. No tengo oportunidad, no he estudiado nada y cambiar de trabajo cada 3 meses no da total experiencia.

Hoy tenía una entrevista en un puesto de secretaria, el que sería mi jefe directo me entrevistaría, hablamos sobre lo que haría y le comenté que nunca había sido secretaria, pero que aprendía rápido. La paga era buena, todo hubiera estado perfecto si no hubiera sido porque después me insinuó que también debía dormir con él.

—Señor, creo que no tiene tanta experiencia. Primero se contrata, espera una semana o dos tratando bien a la empleada y después se le insinúa el sexo, porque esto sólo lo deja ver como un viejo urgido. — Le di unas palmadas en el hombro y me dispuse a salir.

Recibí una llamada, la contesté antes de salir a la calle porque afuera había mucho ruido.

—Buenas tardes, hablamos de la empresa Zelo en respuesta de su postulación a ser una pasante de marketing, ¿Hablamos con Ana Torres? — Me quedé estática.

—Sí, soy yo. — Pasé saliva.

— Esta llamada es para informarle la hora en la que será su entrevista.

Soltera divorciadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora