Tiempo

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Un vaso de vodka con jugo de naranja, y con medio cigarro de vida, me acuerdo de todas las promesas que nos hicimos y que sin duda tú no cumpliste, como la de mirar una estrella fugaz y pensar en mi. La de escuchar el trinar de las aves al madrugar y beber té en lugar de café. La de comprar baratijas a los ancianos en las ferias artesanales.

Había transcurrido tanto tiempo desde que no te veía que al hacerlo mi corazón se sentía estallar. Las rosas que le llevaba al recuerdo de tu madre cayeron como aviones kamikaze, y mis pies echaron raíces al suelo.

Tiempo... El que necesitábamos para ser felices, para volver a estar juntos. Pero no, así no pasa en la vida real. Estabas guindado a otros brazos, susurrabas palabras de amor en otros oídos, besabas labios que no eran míos.

Pasaste por mi lado, recogiste mis  rosas y las depositaste en mis manos. ¿Tanto he cambiado que no me has reconocido?

Pequeña Alicia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora