A mi abuela.

17 1 0
                                    

Mamá teta, sé que es un apodo algo ridículo para lo que eres de verdad. La distancia ha marcado tan duro en mí que se me encoje el corazón al recordarte. Sé que no fui una nieta muy presente y menos cariñosa contigo, pero debes saber que siempre hubo -y habrá- en mí un amor inmenso para ti. Siempre me costó mucho decirte te quiero, y ni hablar de decirte cuánto te amo. Me arrepiento tanto no haber estado siempre contigo como tú lo estuviste conmigo, me duele el alma acordarme de las oportunidades que tuve para demostrarte mi gratitud pero la comodidad y el creer que siempre estarías pudo conmigo.

Sé que podría haberte evitado tantas penas, y sé que muchas fueron culpa mía pues tú solo querías protegerme. Fui más hija tuya de lo que se puede decir y te agradeceré eternamente todo el amor, todos los cuidados y todos los momentos que pasé a tu lado. Tus consejos de vida que me negué a creer. Tus retos que no quise escuchar.

Las palabras de amor no son suficientes para describir todo lo que siento por ti. La distancia no es mas que una palabra sin sentido refiriéndose inútilmente a un impedimento para que este se realice. 

Nunca fuimos víctimas de esa relación amorosa de abuela y nieta. Las palabras de amor no existían para nosotras, una mirada, una taza de té era suficiente para demostrarnos cuánto nos queríamos. Quise darte mas abrazos, quise darte mas besitos y ser mucho más cariñosa contigo, pero el respeto me impedía hacerlo. 

No quiero excusarme por todos los errores que cometí y por las acciones que no realicé para demostrarte cuánto te amaba, realmente.

Quiero agradecerte, sin decírtelo, pero que quede guardado, todo lo bueno que me diste, todo lo que me enseñaste, todo, absolutamente todo lo que tuviste que pasar por defenderme, por cuidarme, por protegerme y por amarme.

Te amo, y aunque nunca te lo haya dicho, ahora lo hago, te amo como una hija ama a una madre, te amo tanto que mi corazón estalla.

Y mi corazón poco cariñoso siente una pena inmensa, como esa vez que te desmayaste conmigo y no sabía que hacer, me sentí morir al creer que podría perderte antes de lo que mereces, y lloré contigo en mis brazos intentando encontrar un taxi, estábamos solas y lloré con tanta pena como nunca, creo que eso fue mi karma por intentar suicidarme, una decisión estúpida y egoísta porque no pensé en cuanto dolor podría causarte. Y lo tuyo fue un accidente, a nadie le contaste y me enteré por la doctora. Me ofreció una manzana y me contó todo mientras te hacían los exámenes. Todo avanzó tan lento que pude sentir cómo mi corazón se rompía, sola.

Y sé que nada será igual que antes, cuando estabas conmigo. Pero la distancia me hace amarte aún más. Intentaré ser mejor ahora. 

Por ti. 

Pequeña Alicia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora