"The dangers of loving you" | JenLisa G!P |

22; El regreso de Jennie.

Decir que aquella noche algo cambio era poco decir, las cosas realmente habían dado un giro estrepitoso y se sintió con más fuerza la mañana siguiente.

Jisoo, guardando apariencias, pidió a Rosé que fuera a buscar a Jennie cuando había pasado casi la mitad del desayuno y la castaña no había dado rastros de vida por el salón. La chef de la casa, dejo sus panecillos a medio comer para ir a buscar a la menor de las hermanas. Se sorprendió gratamente cuando, a punto de subir las escaleras, vio a Jennie bajando.

No supo si fue por su apararecia desarreglada, por la mirada casi ensombrecida que traía encima, o por el hecho de que está vez no la saludo como lo hacía siempre. Pero en cuanto la castaña pasó por su lado, supo que la vieja Jennie estaba de regreso.

Lisa la vio entrar mientras sorbia de su café, y sintió los rastros de culpa expandirse por su pecho cuando noto el leve rojizo debajo de sus ojos.

Esa mañana, mientras corroboraba los vídeos de seguridad como lo hacía habitualmente, se encontró con la figura de Ruby al otro lado de la cocina, escuchando toda su conversación con Rosé. Decir que se sintió una mierda sería poco, sobre todo cuando durante los siguientes segundos observó como la castaña regresaba a su cuarto con una lentitud dolorosa.

No hay vuelta atrás.. Pensó.

Y lo reafirmó cuando vio a Jennie tomando asiento frente a ella, e ignorandola por completo. Tal y como ella lo hizo el día anterior.

- Buenos días, Jan.. ¡Mira tu rostro ¿Estás enferma?!.- Preguntó Jisoo, con el rostro preocupado.

- Sí..- Se limitó a responder mientras cogía del tazón, un par de panecillos.

- ¿Qué tienes? ¿Te duele algo? ¡Rosé, ¿Podrías traer algo para Jane?!.- Dijo la pelinegra cuando vio a la chica entrar al salón.- ¿Dónde te duele, Jane?

La menor mordió sin ganas uno de los panes y estuvo tentada a palpar su pecho, justo en dirección de su corazón. Ahí le dolía, pero no podía decirle eso a su hermana. ¿Qué se suponía que debía decirle? ¿Me han roto nuevamente? Ni siquiera podría decir eso, jamás estuvo del todo sana..

- Estoy bien, sólo dormí mal..- Se limitó nuevamente a responder.

Hizo una mueca a Rosé, invitandola a tomar asiento y durante el resto del desayuno, se limitó a escuchar a su hermana, quién la invadiendo a preguntas y tocó sus mejillas, su frente y cuello para corroborar que no fuera fiebre.

Terminó de comer su desayuno, sintiéndose - para su desagrado- el centro de atención de todas. Cogió un último panecillo y se lo llevó consigo al estudio. Rato después, cuando se aseguró que nadie la veía, Lisa intento entrar y se topó con la puerta cerrada desde adentro.

Era un hecho.

Cualquier cercanía que pudo haber conseguido con Ruby las últimas semanas, terminaron de morir ese día.

Caminó hasta su oficina y la cerró de un golpe brusco, la frustración y el estrés estaba haciendo de las suyas. Perder el vínculo con Ruby no era algo que hubiera deseado, de hecho, había estado más que segura que la mañana siguiente cuidaria de ella el doble.

Pero las cosas no sucedieron así..

Se despertó por el ruido de su móvil y se encontró a sí misma abrazando a la castaña. Por primera vez, desde que dormían juntas, ella le había correspondido el abrazo. Cuando se movió para poder salir de la cama, la sábana se deslizó por su cuerpo y admiro la figura desnuda de Ruby junto a ella. Más allá del salto que dio su miembro, fue su corazón lo que llamó su atención. La forma en que sus pulsaciones se volvieron desenfrenadas al verla.