19; Hechos.

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Las persianas bailaban con la dulzura de la brisa entrante, las hojas de la ventana estaban abiertas en todo su esplendor y la habitación estaba cubierta por un velo nocturno casi mágico. Una respiración acompasada se extendía por su cuello y se sintió enorme.

Con las yemas de sus dedos apartó los mechones de cabello que cubrían el rostro de su contraria que, ya se había rendido ante el sueño, mientras que ella continuaba mirando el techo y se dejaba arrastrar por sus pensamientos. Algo parecido a la culpa se le manifestó en los ojos y los cerró con fuerza para intentar controlar sus emociones.

Era difícil.

Desde que había aceptado este trabajo y llegó a la casa, su mente no había parado de dar vueltas. Habría sido tan sencillo continuar con todo tal y como lo estipulaba su plan, si tan sólo no hubiera sucumbido ante los coqueteos incesantes de cierta pelinegra que ahora dormía sobre su pecho.

Miró de soslayo el rostro tranquilo de Jisoo y no pudo evitar sonreír. Todo se había tornado tan complicado, y no sabía de que manera resultarían las cosas a partir de esa noche.

"- Me gustas.."

Recordo la voz de Jisoo afectada por el reciente orgasmo y sus ojos llenos de aquella pasión reciente, pero también llenos de verdad. No supo cómo responder, no sabía qué responder. Le acaricio la mejilla y se dejó caer sobre su boca, intentando demostrarle que aunque ella no lo dijera, también sentía lo mismo.

No podía decirselo.

No tenía que.

Porque si lo hacia, entonces todo significaba que su plan había fallado y tendría que abandonar esa casa. Su jefe estaría decepcionado de ella, pero cómo podría culparla. ¿Alguien podría culparla? Sucumbir ante el encanto natural de Jisoo fue su falló más grave. Y aunque estaba consciente de los problemas que esto le traería, aún así no estaba dispuesta a abandonarlo todo ahora.

Se removió en la cama con frustración, y sintió el brazo de la pelinegra aferrandose a su cintura, incapaz de sacarla, optó por volver a mantenerse quieta y dejarse llevar una noche más.

" - Cuando todo esto terminé, quiero una cita contigo, una real. Donde caminemos de la mano y  visitemos el mar juntas.."

La felicidad se escapó de entre sus manos al recordar las palabras pronunciadas por la más joven  esa noche. Palabras las cuales correspondió tiernamente y con seguridad, ya que en ese momento se había olvidado todo. Su mente estaba entregada a la situación y olvidó que, para cuando aquel momento llegara, las cosas ya habrían cambiado mucho. Y  el temor de no saber de qué manera  actuaría Jisoo con  ella, la invadía completamente.

Tantas mentiras, tantos secretos existían ¿Sería Jisoo capaz de perdonarle todo ello? La posibilidad de ello eran tan variada y todo dependía de una sola cosa: Que la misión saliera bien.

Dejo un beso en su frente y con suavidad, deslizó sus manos por la espalda desnuda de su amante nocturna. Sus dedos temblaron ansiosos ante la suavidad de su piel blanca, afectada ligeramente por el sol. Dibujo una línea imaginaria por sus omopaltos, y cerró los ojos imaginandose un presente distinto. Uno de ellas, eran completamente libres de amarse. Uno donde no existía el peligro, ni los secretos. Uno dónde ella, Park Chaeyoung, era sólo su novia, y no una infiltrada en su casa.

Antes de rendirse al sueño, maldijo al destino y su mala suerte.

...

Estiró los brazos luego del primer bostezo y las sábanas abandonaron su cuerpo cuando tomo asiento en su cama. Una oleada de deseo le cubrió el rostro y el sexo cuando recordó los acontecimientos de la noche anterior. La forma en que Lisa, su guardespaldas, la había besado y llevado hasta el límite en el sillón de su estudió.

"The dangers of loving you" | JenLisa G!P |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora