"The dangers of loving you" | JenLisa G!P |

30; Entre la espada y la pared.

POV Lisa

Esa noche vuelvo a soñar con mis padres, luego de meses. Las palabras de Ruby traen a mi mente una oleada de recuerdos mortificantes de aquel día. El día que Marco Manoban y Sara Manoban murieron.

Todavía puedo revivir la rabia que me consumió cuando llegue a casa y vi las maletas descansando al borde las escaleras.

En mi sueño, mi madre llega corriendo hacia mi, llorando y suplicando que reconsidere todo. Entonces mi padre aparece, y una nube roja me envuelve por completo, desquiciandome y acabando mi paciencia.

El hombre que amo, es el hombre que traicionó a su mejor amigo. Su compañero. Mi mentor.

Gritos se escuchan por toda la casa, palabras demasiados borrosas en mis sueños pero claras en mis recuerdos. Mi madre intenta intervenir pero no consigue alejarme a tiempo, mi puño se estrella en la cara de Marco y eso es todo.

Cuando la noche cae estoy sentada al filo de la escalera, con un labio roto y un nudo en mi garganta. Mi móvil suena, sé que el sueño está a punto de terminar, ellos me dan la noticia.

Me despierto jadeante y sudada, con un nudo apretado en mi garganta que amenzana con estrangularme y la furia corriendo por mis venas.

"-No sabes lo que estás escogiendo.

- Lo dice el tipo que entrega su familia para salvar su trasero.

- Ustedes son mi familia. Jiwon no sabé lo que es eso, y cuando lo sepas, será muy tarde."

Las últimas palabras de mi padre regresan para enfurecerme, pero antes de poder hacer alguna idiotez y entregarme a mi desmesurado enojo, un calor distinto me apacigua.

Entonces vislumbro una figura a mi lado, y veo que Ruby está conmigo. Descansando boca abajo y con el cabello revuelto en la almohada. Debió entrar mientras estaba dormida.

Su presencia, por suerte, logra distraerme casi por completo de mi sueño. La bestia, encuentra algo más en que enfocarse. La fragilidad de su cuerpo, la inocencia con la que duerme a mi lado, ignorando los peligros y los riesgos que existen detrás de este pequeño acto de rebeldía nuestro.

La chica a la que debía cuidar, es ahora la chica que por ninguna razón puedo dejar ir.

Un recuerdo me ataca por la espalda, y tengo las palabras de Jiwon Kim taladrando mis oídos.

"- No hay de que temer Lisa. Como Marco lo hubiera querido, aquí estoy para ti."

Marco.

Ruby.

Jiwon.

No logro conciliar el sueño. Permanezco despierta, reviviendo aquellas imágenes una y otra vez en mi cabeza. Cada tanto, me encuentro mirando a Ruby. La tranquilidad de su sueño, medianamente alivia la falta del mío.

Pero también, me trae a cuestas otra realidad.

No soy distinta a mi padre, después de todo. Ahora estoy durmiendo al lado del tesoro más preciado de mi jefe. Un tesoro intocable al que no pude decir no. Jamás, en los años que trabaje para él, había hecho algo parecido y me inquieta que sea así.

Porque conozco las consecuencias que podría tener esto, y aún así no puedo simplemente apartarme.

Quiero a Ruby.

La quiero conmigo.

La necesito para cuidarla, para abrazarla, para dormir con ella en las noches y mantener alejados los monstruos de nuestros pasados. La quiero para acorralarla en mi cama, para contemplar su cuerpo, sus ojos, su mente curiosa y tímida. La quiero para venerarla después de hacerle el amor, como la reencarnación de una diosa.