"Los sueños están hechos para cumplirse", pero el soñador decide si vale la pena luchar por ello, porque aquella frase solo esta hecha para los valientes.
Shin Ryujin tiene un padre que esta dispuesto a hacer que la menor se saque de la cabeza de se...
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— Venía a decirte que hoy me presento y que, como mi padre, me gustaría que fueras y me apoyaras. —Sonrió, apretando sus labios, hizo una reverencia hacia su apoderado y se giró hacia la puerta.
— Sabes que no podré ir, pero suerte. —Deslizó su mirada de la computadora hacia la menor.
— Claro. —Sonrió sin una pizca de alegría. —Gracias. —Apretó sus labios.
Apoyó su nuca en la puerta color marrón, cerrando los ojos con fuerza para poder tranquilizar sus emociones que ahora se desbordaban por su rostro.
Tenía que entender que su papá no podía estar en dos lados, pero al menos una vez en su vida quería que lo viera hacer lo que le gusta sin criticar o poner una mirada de repulsión. Dolía tanto ver eso en sus ojos, acompañada de una mueca de asco.
Negó con la cabeza para intentar olvidar los malos ratos. Hoy era su día y tenía que dar todo lo mejor de sí. Nada podía salir mal ese día. Nada. Y si así fuera, no podía detener su salida al escenario.
Agarró la mochila que estaba en el suelo, se la colgó en el hombro, bajó las escaleras y respiró aire fresco en cuanto estuvo afuera.
...
Corrió hacia la entrada del colegio, miró la hora en su celular: exactamente las siete en punto. Tenía cuarenta minutos para alistarse e ir con Felix para ensayar unos momentos.
— Por fin llegas, Ryujin. —Alzó la vista y vio a Hyun Jin con su hermana al lado.
— Lo siento, estuve... —Iba a seguir hablando, pero sintió que algo andaba mal y odiaba ese sentimiento—. ¿Felix?
— Oh... —Parpadeó, mirando a ambos hermanos—. Pensé que había venido contigo. —Frunció las cejas el alto—. Bueno, eso no importa. Puedes ir a alistarte, mi hermana trajo por si acaso su estuche de maquillaje.
Iba a responder, pero Yeji la agarró de la muñeca, empezando a jalarla por toda la multitud hacia los baños. Quería salir corriendo de nuevo; ser maquillada no le parecía tan lindo.
Vio el rostro de Hyunjin desaparecer y luego se agarró el rostro, mirando a Yeji y asombrándose por la estatura. Abrió los ojos y la boca, soltando un grito, llamando la atención de todos.
— ¿Todo bien? —Se puso en frente de Shin, mirando cómo tenía las mejillas rojas.
— Eh... sí...
— Okey.
Siguió jalándola hasta los baños, pero aún miraba a todos lados buscando a Lee, sin poder hallarlo.
Tan pronto entró al baño, sacó la ropa de presentación que había guardado especialmente para ese día. Ingresó a los cubículos para empezar a vestirse: un polo de manga larga color blanco con cuello y una falda a cuadros celeste con blanco.
