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Desastre

¿Quién puede conseguir suficientes votos para ganar una apuesta?

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¿Quién puede conseguir suficientes votos para ganar una apuesta?

Pues, cabe decir que yo no... con las justas conseguí los de mi prima y sus amigas, y lo peor de todo es que, entre lágrimas, desinstalé Mario Bros y un juego de vestir a Barbie...

La cosa es que el día acababa y andaba poniendo todo en mi computadora. Para mi desgracia, a escondidas, agarré una cámara del club de fotografía con ayuda de Taehyun y Seungmin hyung.

Se lo debía mucho, pero eso no ayuda en nada.

— ¡Beomgyu, cariño! —rodejé los ojos.

— ¡Ya voy! —fruncí las cejas. Sonaba más irritado, pero era la verdad. Los cambios de actitud de mi mamá no eran de mi gusto, me molestaba demasiado saber cuántos años fueron así.

Suspiré y cerré las ventanas que había abierto en la computadora y la apagué.

Me puse de pie, me quité el polo negro y las zapatillas para ponerme la blusa de seda de mi pijama y luego los pantalones.

Salí de mi habitación con mi celular en mano y caminé por todo el pasillo hasta bajar las escaleras y entrar a la cocina.

— Hola, hijo.

— Hola —me senté en mi sitio y empecé a comer, revisando mis redes.

— ¿Puedes bajar el celular?

— Estoy en un proyecto, es urgente —mentí.

— ¿Podemos hablar? —apagó mi celular y lo puso en la mesa—. Saca el celular de ahí. —Le hice caso y lo puse en la silla de al lado.

— Adelante, habla. —Tomé un sorbo de mi refresco.

— Es notable... —se rascó la frente— que hemos perdido comunicación, y lo que le pasó a tu padre no nos favoreció, por eso quiero empezar de nuevo y que pongas de tu parte también. —Me miró, y cabe decir que sus palabras no hicieron nada en mí.

— ¿Sabes cuántas veces hemos tenido esta conversación y los resultados que hemos tenido? —me crucé de brazos y alejé el plato de mi vista— veo que no lo notaste —suspiré—. Mamá, no sirve de nada intentarlo de nuevo. —Entrecerré los ojos, estaba harto y alcé la mano dando a entender que no había terminado, dando indicios de decir algo—. Una de las razones es porque usas la excusa de que esto —nos señalé a ambos— nuestra relación de madre e hijo fue por papá y perdóname si lo digo así, pero es la forma en que entiendas que es tu culpa.

— Beomgyu, por favor...

— No, mamá, me canso de tener la misma charla contigo. Quieres que tome tu empresa y no me gusta la idea, no dejas que cumpla mi sueño y ya no sé a qué dedicarme, dime... —tomé aire y me enderecé en la silla—. ¿Por qué no crees en mí? ¿Por qué está en tu mente que puedo fracasar?

Nuestro SUEÑOS \BeomRyu/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora