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MoonJo se encontraba en el cuarto piso, leyendo la metamorfosis (libro que tomó del cuarto de Jong Woo, sin su permiso por supuesto). Le parecía interesante e intrigante ver los gustos del menor, disfrutaba leerlo hasta que llegó a la mitad, topandose en medio del libro con una foto de Jong Woo y su novia juntos.

El mayor empezó a sentir que los celos lo invadían, pero también tenía una sensación rara en el pecho, como si quisiera salir, como si de pronto sus ojos pesaran; le dolía.
Sentía cada vez más pesados y aguados sus ojos, mientras que el corazón se sentía un poco aplastado; hace mucho no se sentía así, y le molestaba sentirse de esa manera.

Tomó su pelota y empezó a aventarla hacia la pared, tratando de distraerse de la palpitante sensación en su cuerpo.

Mientras, Jong Woo se encontraba ya terminando su empleo, notó que el CEO se había ido más temprano de lo habitual, cosa que le extrañó pero no se lo tomó como algo relevante.
Al menor ya le dolía la cabeza, pero tenía miedo de tener que volver a la pensión una vez más, suspiró pesadamente, recargando su cabeza contra el escritorio, ya faltaba poco para salir pero sentía que ya no daba más, aparte de que tenía pensado quedarse un rato extra para estudiar.

—Eres un quejón-. Habló el señor Park, molesto hacia él-. Deberías renunciar, de verdad que ni siquiera puedes hacer una sola presentación sin quejarte, eres un flojo-.
El menor ya apretando su plumilla prefirió callar, pero la paciencia cada vez se le iba incluso más.
Deberías matarlo, merece morir. Idiotas cómo esos están de más, ¿Por qué no lo matas?

Apuesto a que MoonJo te ayudaría con este imbécil.

El chico trató de sacudirse, tratando de ignorar los pensamientos intrusivos.
Todos se estaban retirando y Jong Woo seguía tratando de entender qué carajos hacia con la computadora.
El señor Park pasó empujando su silla, casi tirándolo.

—A este paso no te va a quedar nada-.

Y esa fue la gota que derramó el vaso de agua; el menor ya harto, cansado y frustrado se levantó, tomó el teclado del señor Park y se lo tiró en la cara.
Park sólo cayó, de inmediato gritando de dolor; pero nadie los oía, ya todos se habían ido. Jong Woo empezó a golpearlo repetidas veces, luego tomó una taza y se la tiró en la cabeza; haciéndolo sangrar. Empezó a descargar todo su odio en él, golpeandole la cara sin parar, dejándolo inconsciente y pronto haciéndolo sangrar más y más.
No podía parar, la luz que tenía simplemente se había apagado y su necesidad de mejorar había desaparecido, sólo quedaba él y todo el coraje que tenía guardado hacía él mismo, hacia los demás y hacia su vida.
De pronto volvió a recuperar consciencia, deteniéndose y viendo sus manos llenas de sangre, se alejó de inmediato mirando la escena aterrado de lo que había hecho, Dios, ¿Qué había hecho?
La cara del contrario estaba desfigurada, había logrado romperle la quijada.

Se acercó a ver si el señor Park tenia respiración; tocó su cuello y, nada.
Tocó su pecho y nuevamente nada.
Lo había asesinado. Estaba muerto.

El chico aterrado empezó a pensar que podría hacer, ¿cómo podía arreglar esto?
Sólo tenía una persona a la cual le podría ayudar.

MoonJo caminaba tranquilamente hacia su casa, venía de su consultorio y había sido un día con bastantes pacientes, estaba cansado y tenía pensado ir directo a dormir, después vería que haría con las 2 personas que tenían secuestradas en el 4to piso.

Mientras caminaba pudo escuchar unos pasos apresurados, llegando a él, rápidamente volteó y se topó con Jong Woo, rápidamente se alarmó al ver sus manos llenas de sangre, pensó que estaba herido pero luego notó que todo él estaba bien.

°La noche en la que te besé° Strangers From HellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora