Capítulo 1 "Rutledge Asylum"

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-¿Hay alguna señal de vida?- Preguntó el director de Coversgrate a un médico mientras revisaba el área.

-No, esta chica parece no responder. - Dijo un investigador

-Solo fue un vértigo- Me metían una jeringa al brazo una y otra vez, parecía ser suero.

-Me han llamado de parte de su tío Ellis, al parecer murió esta tarde.-

Ahí terminaron mis emociones, una nube de memorias nubló mi ser, recordé todos los momentos de mi infancia con mis padres y mi tío Ellis, recordé aquellas paredes de piedra húmedas, aquellos viejos columpios que me balanceaban tan alto que pensaba que podía llegar a tocar las nubes, aquellos jardines que me vieron crecer.

Y luego desperté, estaba amarrada para no ocasionar "daño alguno" metida en un carro que conducía al sur de Londres, camino a Oxford, en eso vi que entrabamos a una propiedad un poco temible, sentía algo extraño, hasta que en la entrada apareció un título y decía: "Rutledge Asylum"

Estacionaron el carro y unos hombres me agarraron fuertemente, no podía luchar, estaba muy débil y solo podía gritar del dolor y miedo.

Me llevaron a una habitación oscura, me amarraron los pies, y me acostaron, parecía una camilla, había una señora apuntando mis datos y a la par de ella el director de internado.

-¿Director ¿Qué sucede?-

-Este será tu nuevo hogar Alice... aquí podrás recuperarte de todo ese daño que la vida te ha dado-Estaba a punto de preguntar por mi tío pero luego me di cuenta que una señora me llamó a la puerta, así que me levanté lentamente, me colocaron una ficha con toda mi información y me asignaron el número de paciente 00634-8

Iba con la mirada perdida, solo podía pensar en esa noche que marcó mi vida. Ese incendio que también incendió mi alma, no puse mucha atención a lo que balbuceaba esa señora, hasta que algo sucedió.

Una sombra se cruzó en mi camino rápidamente y pude escuchar un grito agudo y muy feo, lo único que hice fue gritar y hacerme para atrás.

-Oh por Dios, señorita Alice-

La enfermera me veía sin entender lo que me sucedía, lo cual me dañaba mucho más, parecía que en verdad estaba loca

-Por favor... Di.. Dígame que si vio eso...- le pregunté intentando no ahogarme en mis lágrimas

-...no... No señorita, no he visto nada-

A veces trataba de evitarlo pero esta vez no creía que sería posible hacerlo, sentía las lágrimas en mis mejillas, solo quería irme de aquí ahora mismo.

Ahí me encontré, sola, perdida en un abismo. Ahora más que nunca sentía que mi vida ya no tenía ningún sentido. Solo quería irme de allí, creo que solo quería morir. Las lágrimas comenzaban a correr por mis mejillas, hasta que note que no era la única que se encontraba en esa habitación.

No medí muy bien mis pasos y tropecé, me tope contra la pared, boté un florero que contenía unas flores tan secas que me hace pensar que las han tenido allí desde hace siglos y me corté la espalda.

Caí sobre el piso.

-¡Oh cielos!-. Vi que la señora soltó las maletas y corrió hacia donde yo estaba, unos hombres también fueron a "auxiliarme" aunque lo único que hicieron fue cargarme bruscamente y encerrarme en una habitación llena de polvo que al parecer nunca la habían limpiado.

-Hola, ¿Eres Alice?- Me preguntó una chica que se encontraba sentada en su cama

Rápidamente me limpié las lágrimas, aunque seguramente ya habría notado que lloraba. -hola, si, soy Alice-

El ángel de las alas rotas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora