Capítulo 11

166 5 5
                                    

Habían pasado ya dos días desde que Grace fue internada en el hospital más cercano de Rutledge, todos se encontraban aun en estado de negación, otros seguían afectados, pero solían no hablar del tema, incluyéndome. 

-Tenemos que trabajar la maqueta de carpintería- Yuuki había armado un lazo especial junto a Grace, y era de esperarse que iba a estar afectada. Pero claro, Yuuki es lo más parecido a un ser extraño e inentendible, ella siempre trataba de no mostrar sentimiento alguno. Comíamos el desayuno, era un sandwich de tocino y queso.

-Es... Es extraño no tener a Grace junto a nosotras- Di un bocado del sándwich mientras observaba cómo el semblante de Yuuki se tornaba al más pálido y triste semblante que había visto en ella. Bajó la mirada y respiró profundamente, no podíamos llamarlo suspiro, solo respiraba fuertemente.

-¿Crees que fue un accidente?- Pregunté. Yuuki pegó sus manos en la mesa bruscamente mientras se paraba. -¡Esto ha sido tú culpa!- Me vio con desdén y se fue con todas las palabras en la punta de mi lengua.

Si tuviese el autoestima hasta los suelos me habría afectado lo que Yuuki me había gritado hacía unos momentos, pero por alguna desconocida razón, no le tomé importancia. Me dirigí hacia el lugar en donde Grace había sido herida, estaba cerrado. Tomé un palo del roble que se encontraba metido en esa cabaña diminuta lo tiré con todas mis fuerzas hasta que el impacto provocó la desintegración de sus moléculas. Pude notar una pequeña grieta en una de las ventanas tapadas con madera, le pegué una patada y entré. Las astillas se adentraban en mi piel recorriendo mi tejido epitelial hasta llegar a la dermis, en donde he de reconocer que dolía, pero no me importaba, ese dolor valía la pena. 

Pegué un brinco para bajar de la ventana, el lugar estaba oscuro, en las grietas se colaba la luz del día,que iluminaba las partículas que flotaban por el ambiente, un lugar siniestro y silencioso...en donde solo estaba yo. 

-Perdón Grace- Susurré al viento

No estaba de más reconocer el estado de gravedad de la construcción, en primer lugar, hacía parecer que un grupo de pacientes maníacos la había construido; sin crear estereotipos que forjan falacias a sus argumentos era muy evidente que sí había sido construida por pacientes. Las paredes se veían aruñadas, habían restos de empaques de suero y jeringas vacías y rotas cubriendo el piso. Oí un ruido, parecían pasos detrás de mi, la presión atmosférica se sentía pesada, volteé lentamente

La oscuridad resguardada en polvo no permitía que viera nada, excepto unos ojos brillantes dentro de un pequeño armario. La vista era engañosa así que me froté los ojos para asegurarme si estaba en lo correcto... y en efecto, dos ojos emergidos en una oscuridad turbulenta se fijaban en mi y como si fuese una estatua, no dejaban de verme a donde quiera que fuera.


.

A quien interese: No tengo excusas válidas que argumenten mi desaparición aquí en wattpad, no recuerdo cuándo fue la última vez que escribí algún capítulo de esta historia realmente. En fin, he visto que muchos se visto interesados en El ángel de las alas rotas, y no saben lo mucho que esto significa para mi, siempre quise ser escritora y como persona curiosa abrí una cuenta en wattpad poder compartir mis escritos. Sin hacerles larga mi historia, mi manera de escribir ha madurado mucho, no soy tan grande que digamos, es más, soy aún menor de edad, pero he vivido transiciones y constantes metamorfosis en las cuales he madurado, así como mis gustos musicales, literarios y artísticos. Creo que he llegado a un punto de madurez en la cual sé que esta historia no es lo suficientemente buena, dejando atrás mis errores de redacción y un tema de la unión de la ficción y el romance, lo trillado de las novela juveniles. No prometo visitar esta página tan seguido, pero voy a tratar de seguirla. Lo cierto es que esta historia ya no es mi estilo, tristemente mis preferencias literarias han cambiado y espero que al momento de subir otros capítulos, sepan las razones por las que mi manera de escribir ha cambiado.

El ángel de las alas rotas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora