Capítulo 16

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EBBA

Si la otra chica no se hubiera reportado como "enferma" ahora estuviera descansando en mi cama, en pijamas y comiendo como si nunca.

La galería está sola, los domingos casi nadie le da la idea de ir a una galería, debería estar pensando en qué voy a pintar para exponer en la galería, pero no tengo mente para eso, los momentos de ayer me llenan la mente, como si no quiere borrar nada y me desespera.

Vane: Wey, espero que me lleves a cenar.

El mensaje de Vane ilumina mi celular y bufo.

Yo: Mierda, ya se me había olvidado.
Vane: Qué casualidad.
Yo: Nos vemos donde siempre.
Vane: Está bien.

Dejo el celular y escucho que alguien entra, preparo mi mejor sonrisa que puedo ofrecer.

—Hola, bienvenida —mi voz sale tan amable, la chica me sonríe tímida.

— ¿Me podrías ayudar para buscar un regalo? No sé mucho de arte —dice un poco desesperada.

—Claro, estás en el lugar correcto —le sonrío.

***

Entro al bar, está lleno de gente, miro a todos los lados para encontrar a Vanessa, hasta que la miro levantando el brazo, me acerco a la mesa y le sonrío.

—Al fin llegas —me saluda mientras me siento en el banco.

—Son las cinco de la tarde, Vane —bufo y ella se ríe.

—Sabes que siempre tendré hambre —llega la chica para tomar la orden.

— ¿Qué van a pedir?

— ¿Cuál es el límite? —me mira levantando una ceja.

—Un vaso de agua —guiño el ojo y ella bufa—. Una hamburguesa sin queso y papas fritas y una cerveza —la chica anota todo.

—Lo mismo, pero mi hamburguesa con queso y sin cebolla —dice y la chica se va.

— ¿Quién primero? —pregunto sin rodeos.

—La que llegó tarde —guiña el ojo y me rio.

—Eso es trampa, pero está bien —le cuento todo lo que pasó y ella me escucha mientras comemos.

Recuerdo todo lo que pasó, con detalles y todo, Vanessa se ríe en algunas partes.

—Ya era hora que llegara alguien pa' ti —confiesa después de contarle todo.

— ¿Tú crees que es bueno? —me limpio la boca con una servilleta y ella me mira con su cara manchada de mayonesa y asiente.

—Claro, digo, no se mira que tenga algo malo —mueve sus cejas divertida.

—Primero, limpia la mayonesa de tu cara y segundo, es mujeriego, es lo malo que tiene —digo y le doy un trago a la cerveza.

Deja de limpiarse y se ríe a carcajada limpia.

—Querida, no es mujeriego, solo disfrutaba su soltería, que tiene todo el derecho de coger con lo que sea —hace una pausa y me mira coqueta—. Tal vez te ayude pa' el sexo.

—Contrólate, por favor —le lanzo una servilleta y ella se ríe.

—No me vengas con "no he pensado eso" —imita mi voz—, porque sé que lo has pensado.

—No...

—Te pusiste roja —se ríe y me tapo la cara—. Nena, no pienses tanto y disfruta —se recarga en el asiento y le da un trago a la cerveza.

Amores InfernalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora