VANESSA
Despierto en los brazos de Adler, me muevo para salir de la cama y lo hago con éxito, camino hacia el baño para bañarme.
—Buenos días —me saluda cuando llego a la cocina.
—Buenos días, Ebba —la miro y se sonroja.
—Eh... No... Qué pena —dice incómoda y nos reímos.
—No escuchamos nada —le aseguro y ella se ríe, me deja una taza de café.
—Perfecto, pero qué noche más salvaje.
—De algo sirvieron las clases —me burlo.
—Afirmo —se ríe y al fin noto los ingredientes para hacer hot cakes.
—Manos a la obra —digo y nos ponemos a cocinar, antes de que los chicos se despierten.
— ¿Crees que ellas terminaron como nosotras? —pregunta mientras calienta la parrilla.
—Y fueran las primeras —mezclo la harina.
— ¿Follaron?
—Ya esperaba la pregunta —rio y pongo la cantidad suficiente de la mezcla en la parrilla formando un perfecto círculo—. Lo único que terminó follada es mi boca y mi entrepierna por su lengua —le guiño el ojo y ella se ríe.
—Qué directa —vuelve a reír.
—Tú preguntaste —le doy vuelta al hot cake—. Ve cortando la fruta.
—A la orden —dice como soldado.
—Si quieres impresionar a tu chico, recuerda que los trozos deben estar perfectos —me burlo al ver los trozos enormes y me rio—. Wey, mejor danos la sandía entera —ella me fulmina con la mirada y más me rio.
—Al parecer nuestras chicas se despertaron alegres —aparece Samuel y la abraza por la espalda, le deja un beso en su cuello—. Pero estoy de acuerdo con Vanessa —se burla y ella le da un golpe con el codo.
—No sé de qué te quejas, si cuando estoy en cuatro, no te quejas de nada, Sam —dice angelical.
— ¡Ebba! No quería saber eso —la miro dejando un plato con demasiados hot cakes en la mesa—. ¿Es rico hacerlo en esa posición? —intento sonar seria, pero me rio.
—Demasiado —confiesa y Samuel se ríe.
—El chiste es —mira a Adler que está en la entrada de la cocina y sonríe—, que el chico se mueva muy bien, digo, no es para presumir.
— ¿Me estás diciendo que no sé coger? —se acerca a mí y me deja un beso en la mejilla.
—Eso parece —me burlo—. Ya está todo listo para desayunar.
—Estoy pensando seriamente en que Vanessa se mude con nosotros —dice tomando asiento.
— ¿Por qué solo ella, Sam?
—Por saber cocinar, mi querido arte —se burla y ella golpea su hombro.
—Pues cuando quieras coger, dile a Vanessa —gruña y me rio.
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Amores Infernales
Teen FictionLeer Placeres Infernales, ya que te podrás llevar un gran spoiler. Placeres Infernales fue una introducción, pero ¿qué pasarán con nosotros? Si todo era intenso, ¿ahora qué? ¿Y si de nuevo el destino juega de manera sucio? ¿Será amor o desamor? Le...