Capítulo 5

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SAMUEL

My fantasy hotter than Miami I feel the heat —canta Samuel, aprovechamos en tener la casa sola, ya que mis padres fueron a comer con unos amigos.

—Deberías estar escuchando canciones en alemán —digo con burla y termino de cortar la sandía.

—Deja en paz a mi bebé Pitbull —me regaña—. Internacional love —sigue cantando como doña.

Dejo la ensalada de frutas sobre la mesa, saco los cubiertos y nos ponemos a comer.

— ¿Cuándo conoceré a tu hermana? —pregunta moviendo las cejas de forma divertida.

—Nunca —tomo un trozo de piña.

— ¡Vas a tener sexo oral! —grita emocionado y me mira limpiando una lágrima invisible.

—Eres un idiota.

—Espera —hace una pausa y mira detalladamente la ensalada—. ¿Estamos comiendo frutas porque ahora vamos de party y tendremos sexo oral? —pregunta entre emocionado y curioso.

—Descubriste la sorpresa —le digo sarcástico y él empieza a comer rápidamente la fruta causando que me ría.

—Por ahí hubieras empezado, mi amor —dice divertido y con la boca llena.

—Creo que me cayó un trozo de banana —me mira sorprendido.

—No sabía que te gustaba la banana —dice coqueto y niego con la cabeza divertido—. Por cierto, ¿no has visto a la chica? —pregunta serio y yo dejo de comer animadamente.

—No y eso que conocí a su mamá —digo, mi amigo me mira asustado y luego sorprendido.

—No sabía que te gustaban mayores —suena serio pero me rio.

—No sé por qué somos amigos —me como un trozo de sandía.

—Porque soy atractivo, un americano atractivo, somos como las amigas que una es blanca y otra morena —dice y lo miro divertido.

—Ponte a comer, pendejo —le digo y él suelta un grito sorprendido—. ¿Ahora qué? —pregunto mirándolo.

—En mi primer día del trabajo, había una alemana uff —se lleva una mano a su boca y manda un beso—. Era una chulada, la cosa es que hablé en español, porque pensé que no le iba a entender y —hace una pausa dramática.

— ¿Y? —le pregunto para que continúe.

—Y me respondió en español —nos reímos—. Lo bueno es que no dije algo relacionado con sexo.

—Lo bueno, pendejo.

GALA

—Acepto irme contigo —digo segura y mi jefa me mira sorprendida.

— ¿Segura? ¿No vas a arreglar las cosas con Ayla? —pregunta y niego la última pregunta.

—Ella sigue con su vida y yo quiero seguir con la mía, así que acepto el puesto —digo con una sonrisa divertida y mi jefa me mira muy contenta.

—Esto será una aventura —sale de mi oficina.

Hace un mes mi jefa me comentó que la quieren para la editorial que está en Los Ángeles y le comentaron que puede llevar a sus cinco mejores compañeros, por motivos de trabajo, creo pensar en eso, fui una de las elegidas pero yo no quería irme porque tenía a Ayla y ahora las cosas cambiaron.

—En dos días nos vamos —dice mi jefa en la puerta, no me había dado cuenta de que estaba ahí.

—Está bien —le guiño el ojo y ella se ríe.

Amores InfernalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora