La tribu de la Arena

94 14 4
                                    

"Primero algo de contexto histórico

Provengo de una tierra muy alejada de aquí, demasiado diría yo, no eran para nada iguales aquí, por esos lugares no crecía el pasto, ni los árboles, el sol quemaba como una intensidad sorprendente, quedarte al intemperie sin ninguna protección es básicamente una sentencia de muerte. Son bastante escasos mis recuerdo de aquel entonces, si puediera describir como era el terreno diría que estaba en constante cambio, la tierra era sustituida por una superficie agrietada formada por miles de pequeñas piedras ¿Como se llamaban? ¡A si! Arena, caminar por ella era enserio terrible, era fácil quedar enterrado en ella si no sabías caminar apropiadamente"

Salvia pareció absorta en sus pensamientos, como si las cosas que alguna vez volvieran a ella como un cubetazo de agua fría, Quirrel tuvo que llamar su atención para que Salvia volviera en si.

"Lo siento....La arena acumulada creaba inmensas montañas llamadas dunas, los vientos ocasionales barrían con ellas constantemente, deformando el paisaje, colocando y re-colocando en sitios diferentes.

Es por esto que la vida aquí era tan desafiante.

Mi tribu siempre estuvo en una constante batalla territorial por la posición de la misma, éramos constantemente amenazados por bandidos, insectos  vagabundos y otro tipo de amenazas.

En mi tribu era igual que en otro tipo de tribus Mantis" —Salvia soltó una ligera Risa— Sabes es gracioso, no sabe cuanto busque o cuanto haya viajado en el pasado, las tribus Mantis nunca cambian mucho de la otra."

Salvia sonrió pero al ver que Quirrel no parecía entender la gracia de su relato continuó su explicación.

"Aunque una diferencia con el resto de tribus si que teníamos, en nuestra tribu igual se valoraba la fuerza sobre cualquier otro aspecto, era la ley del más fuerte, pero sobre la fuerza se encontraban las habilidades de cacería, si no podías cazar prácticamente eras desechable, un miembro inútil del que había que deshacerse.

Yo...la verdad nunca estuve muy en sintonía con la forma de pensar de mi tribu, habían cosas que me sonaban bien y que otras por la razón que fuera nunca llegue a comprenderlas. Pero por desconocimiento y por ser lo único que conocía nunca negué o traté de desafiar tales ideas.

Mi vida probablemente hubiera transcurrido normal y monótona, de no ser por varios acontecimientos que le dieron un total giro a mi vida, aunque para eso queda un poco...

—————————————————————————

Bajo el abrazador sol, una joven Salvia ya hacia debajo de una gran hoja seca que le brindaba una sombra moderada para resistir el calor del desierto. Totalmente desprovista de sus características actuales, sin corona, sin tatuajes, sin adornos, sin un manto elegante, de una estatura promedio y con un caparazón mucho más grisáceo(aún así considerada bella en los estándares de su tribu)

No era lo suficientemente grande como para ser considerada una adulta hecha y derecha, pero tampoco era una niña, había tiempo que había perdido sus alas y realizado su primera cacería.

Y ahí estaba en una de sus cañerías y bajo sus pies estaba un viejo grillo que ella misma había derribado momentos atrás cuando este intentó acercarse a sus cosas.

—ag.......— Débiles murmullos salieron de la boca del grillo, quien trataba de arrastrarse hasta Salvia soltando ruidos incomprensibles.

—ag.....agh— El viejo grillo continuó arrastrándose murmurando cosas, hasta alcanzar el pie de Salvia.

Los Dos LordsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora