Algo se acerca Pt.2

53 11 10
                                    

Salvia, Densan y la polilla analizaban con cuidado al insecto frente a ellos. Densan dio la vuelta un par de veces sin llegar a ningún lado en lo absoluto.

A Salvia ya se le habían terminado las ideas desde hace rato, solo esperaba que los otros dos pensaran en algo. No creía que fueran capaces y la verdad esperaba que no lo fueran, así ella podía reírse internamente. ¿Qué pasa? ¿Que no los insectos civilizados eran muy inteligentes? Y toda esa patraña que alguno soltó en algún momento.

Miró a sus lados, Densan no paraba de repetir "MHhh" mientras seguía girando alrededor del insecto que ni por error asomaba una pata. La polilla molesta por otro lado buscaba y rebuscaba dentro de su bolso, como buena oruga de biblioteca sabía que cuando no encontraba respuestas aparentes siempre habrá algún confiable libro que le ayude, por lo que continúa buscando hasta que

—Eureka!!— Gritó entusiasmada para luego hacerse chiquita por su espontáneo arrebato —Ya sé cómo mover al insecto.

Salvia sin dudas no le devolvió un gesto alegre, pero tampoco tuvo tiempo a decir nada puesto que la polilla salió disparada de vuelta al carruaje. ¿Qué clase de idea tendría? De todas las grandes e ingeniosas maravillas técnicas que se le hubieran imaginado nunca se esperó que lo que trajera la polilla fuera una simple tabla de madera y una roca ligeramente plana en la punta.

—¿En serio?— Preguntó Salvia en su ignorancia.

—¡Como diría el antiguo y sabio Aracnimedes "Denme un punto de apoyo y moveré un panal entero" —La polilla entierra ligeramente la tabla frente al insecto que trataba de mover, luego la piedra la colocó debajo de la tabla de madera, de modo que el extremo que no estaba enterrado no tocará el suelo. Sin intenciones de esconder un gran aire de intelectualidad se paró sobre la tabla de madera esperando que algo sucediera, pero no pasó nada —Eh?— La polilla se quedó estupefacta

Trató de saltar sobre la tabla un par de veces pero esta no bajaba —Oh creo que soy muy ligera para esto— Rascó su frente tras tomar conciencia de aquel detalle —¿Les molestaría pararse aquí conmigo?— Salvia y Densan acudieron a la petición, Salvia más que nada porque estaba intrigada.

Al pararse Salvia sintió de inmediato la fuerza que la tabla ejercía debajo de lo que debería ser la panza del insecto, de un momento a otro el extremo sobre el que se paraba cayó mientras que el extremos debajo del Tuk Tuk se elevó sacando y dándole la vuelta a la pesada criatura.

El Tuk Tuk ahora estaba expuesto y al verlo agitar sus pequeñas patas de lado a lado quedó claro que no sería capaz de darse la vuelta sin ayuda.

—¡Funcionó!— Celebró la polilla —¡Mis maestros no mentían!, las cosas que se aprenden en las guarderías para larvas son esenciales en la vida de toda polilla que salga de la tribu.

—No me creo que un pedazo de madera y una roca hayan logrado darle vuelta a esa cosa— Parpadeo Salvia frustrada por haber sido derrotada por dos objetos inanimados y una criatura fastidiosa.

La polilla marrón sonríe y señala su frente con una mirada radiante y llena de entusiasmo —A veces los problemas más difíciles de la vida pueden ser resueltos con una mente abierta e ideas creativas— Su sonrisa y mirada de erudita iluminada desaparece con asombrosa facilidad al notar la mirada de muerte que le dedicaba Salvia. De inmediato acude a la espalda de Densan por su protección.

—Es cierto— Agregó la libélula con tranquilidad —Quita esa cara ya.

Salvia miró a otro lado y luego de nuevo volteó a ver a su presa, debería matarla para que llevarla sea más fácil. Tomó su lanza lista para acabar con la criatura pero en ese instante Densan se atravesó entre ellos apartándola de su objetivo.

Los Dos LordsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora