La Tribu de Ya'Lahramti

87 14 11
                                    

Hey, si después de mil años esto vuelve a arrancar, tengo que pedir disculpas por el retraso y por no avisar que me tomaría un tiempo por la escuela, pero bueno finalmente está aquí y es largo disfruten.
———————————————————————

Salvia se tocó las mejillas doloridas después de la paliza de ayer, aquellos golpes le dejaron marcas en los cachetes, sanarían y probablemente solo le dejarían una pequeña cicatriz en el peor de los casos. Aun así, le molestaba el tan siquiera tenerlas, era una muestra de que habían logrado someterla.

El carruaje que la llevaba se paró frente al túnel, donde un extraño sonido chirriante invadió sus antenas, sonaba como un rasguño sobre una pieza de metal, tan fuerte y bruto que le pinchaba todo el exoesqueleto.

Confundida de inmediato miró hacia todos lados para ver qué producía aquel raro y perturbador sonido que parecía emanar de nada menos que del pozo, de él emergían, desde lo más profundo dos extremidades metálicas que para Salvia se veían como dos largos brazos plateados que empujaban a la superficie una plataforma circular suficientemente grande como para que todo el carruaje se metiera en él.

Una hormiga ya subida en la plataforma dio un tirón a una palanca en medio, de inmediato el mecanismo empezó a ponerse en marcha, el riel en el techo empezó a arrastrar consigo la plataforma. El chirrido del arranque mortifico a Salvia que más el temblor acudió a agarrarse a los barrotes de su jaula pensando en que caerían de repente. Su tribu no tenía tan elaborado mecanismo y ni ella jamás pensó algo como esto fuera posible, estaba maravillada, la plataforma empezó a descender suavemente por el túnel que parecía ir en caída libre, si tuvieran eso en su tribu probablemente no necesitaría hacer la escalada del demonio para llegar a su casa (probablemente la llamarían floja por pensar así).

La plataforma se empezó a enderezar poco a poco, el túnel se curvaba alineándose horizontalmente, ahora Salvia podía ver lo que había al frente, un túnel mucho más largo del que no se podía ver final, también debido a la disminución de luz cristales naranjas alumbraban levemente el túnel.

Se imaginaba que se la comerían, después de todo es lo que hacía su pueblo.

Salvia miró con un horror e impaciencia como el trayecto no parecía acabar, y como la plataforma recurrió túnel tras túnel, no siempre en línea recta, muchas veces era de manera serpenteante, a veces se podían observar diferentes caminos que llevaban a quien sabe dónde, pues entre las penumbras de los demás caminos apenas se distinguían pequeñas luces y voces lejanas, de vez en cuando aparecía una Hormiga solitaria caminando por los túneles o saliendo de ellos.

Serían hoyos vacíos pensó, pero entonces una hormiga salió de un túnel, En ese momento la góndola estaba casi al ras del suelo, estimaba que había la altura de una mantis entre esta y el suelo, y de aquel túnel salieron más hormigas, y luego más, y luego más, y luego más, y luego más, y luego más, y luego más, , y luego más, y luego más, y luego más, y luego más, y luego más, y luego más, y luego muchísimas más, en segundos tenía a su alrededor un literal océano de hormigas obreras tan basto que parecía infinito.

Todas iban como un solo ser al frente, donde ahora era visible una emanación de luz más intensa, todavía era pronto para llegar y antes de hacerlo la plataforma se detuvo frente a una plataforma de madera donde esperaban soldados.

Uno de los guardias se acercó a la hormiga que dirigía el transporte. Al alejarse, la gran máscara se separó en dos partes mostrando el verdadero rostro de la hormiga, el cual era igual de desproporcionado con respecto al resto de su cuerpo, pero no tanto como antes.

—Guerrero 167 primer regimiento unidad de defensa— Saludo el soldado al conductor del carruaje.

—Transportista 12, unidad de exploración y captura— Le devolvió el saludo al guerrero.

Los Dos LordsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora