Kelram seguía sentado en su sala frente al arreglo de rosas rechazado por aquella mujer, el té que se había servido ya estaba completamente frío y el pan que lo acompañaba empezaba a ponerse duro, meditabundo ladeo su cabeza aquello era signo de que una idea retorcida se estaba formando en su mente, sin pensarlo tomó el teléfono que tenía a su lado.
—Hola si soy yo necesito que tengas listo un auto de lujo para hoy a las ocho de la noche y por favor confírmame quien asistirá —indicó sonriente y terminó la llamada.
Rumbo a Phulparas dos jóvenes iban camino a Nepal, el trayecto a Katmandú era largo y agotador aun así Alessa prefería el martirio del viaje a quedarse en territorio del sultán Abbadon.
—Vamos a buen tiempo creo que podremos llegar a la frontera mañana por la tarde para atravesar, ¿estás cansada? —preguntó Ranjit.
—Estoy bien, pero ¿crees que podamos descansar un poco? tengo mucha sed —pidió la joven.
Mientras la verdadera asesina del político Rayman iba de camino a salvarse a sí misma, una carta en el cuarto de Celeste se encontraba tirada debajo de la cama acumulando polvo.
En la misma habitación la chica miraba un prendedor de cabello de color plateado con la figura de un colibrí en él.
—Pensé que ya no existía esta cosa —dijo con desprecio sin soltar aquello.
Ese objeto aparecía en aquellas pesadillas que algunas veces volvía a soñar Celeste; el pasillo oscuro y los pasos de aquel hombre detrás de ella antes de jalarla del prendedor y meterla en aquella habitación. En realidad, no estaba segura de que hubiese ocurrido y prefería la duda antes de saber verdadera aquella experiencia.
Mientras tanto en la sala de reuniones de empresas Darshan una joven con traje color vino revisaba un par de documentos, acompañada de dos hombres.
—No será sencillo, pero creo que podemos llegar a un acuerdo con la otra parte —habló la mujer— ¿Qué les parece mi proposición?
—Creo que es lo más viable —comentó Caín.
—La falta de tiempo nos obliga a ceder a los rusos el cuarenta y cinco por ciento de las acciones de los pozos petroleros —agregó Nadeem.
—Con los ingresos que está teniendo su otro negocio de la constructora podemos reponer el capital invertido en este otro en un año —explicó Indira la abogada.
Lejos de ahí Rubí paseaba en el jardín de la mansión Darshan mirando la fuente blanca con un ángel de mármol.
—Señora le llegó esta carta —interrumpió uno de los choferes.
— ¿Qué raro? ¿Quién me escribiría? Muchas gracias Eki —respondió tomando el correo entre sus manos.
El joven chófer se retiró y dejó sola a Rubí que curiosa empezó a revisar la correspondencia en letras negras y remarcadas venía escrito para quien se dirigía la carta "Sr Nadeem y esposa" se leía en aquel sobre disimulando la sonrisa lo abrió encontrándose una invitación.
"Con gustó tenemos el honor de invitar al señor Nadeem y a su apreciable esposa al cóctel de bienvenida del empresario Kelram Levelt el día 9 de abril a las 9:00 pm en el hotel Royal Jaidev. Esperamos contar con su presencia."
—Kelram Levelt ¿Cómo se atreve? —Mencionó disgustada— "apreciable esposa" si como no.
—Hija —dijo un hombre vestido de blanco con paso lento acercándose a la chica.
— ¿Padre qué haces aquí? —preguntó sorprendida.
—Namaste —pronuncio el señor.
Al ser respondido ambos se sentaron a la orilla de la fuente de mármol.
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TABÚ
RomanceEn la provincia de Assam una historia está por comenzar, una pasión prohibida ha desatado un infierno que consumirá a sus protagonistas en sentimientos inmorales. Rubí es una joven que ha sido comprometida con el hombre más importante de la India, m...