Cap 6 LUNAS DE CEREZA

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VI

Las fantasías de un hombre no dejaban cabida a su razón, la imagen de aquella mujer con su cuerpo desnudo cubierta por una sabana de satín yacía inmortalizada en la pintura que celosamente se refugiaba en su habitación.

Cuántas veces había hecho el amor con esa misma mujer que ahora solo vivía en su memoria.

En la oficina principal del edificio de empresas Darshan un joven entraba sacando de sus pensamientos al heredero.

— Vengo por el pago —dijo Caín sentándose frente a él.

— ¿Quieres más dinero? —Preguntó Nadeem desde el escritorio.

— No lo necesito —sonrió estirándose en la silla.

— ¿Entonces? —Cuestionó serio.

— Quiero que me invites a tu boda —soltó sin más desatando la risa del joven heredero.

— ¡Que sinvergüenza eres! Mi boda no será un espectáculo para divertirte —le dijo acomodando un par de papeles en un cajón.

— ¡Vaya que grosero! Pensé que éramos amigos —frunció el ceño tomando un bolígrafo del escritorio.

— ¿Lo somos? —Preguntó Nadeem.

— ¡Hombre fui a Dispur a secuestrar a un tipo para que se casará con quien sabe quién! — Exclamó.

— Cierto —afirmó con la cabeza el heredero.

— Además arme un circo de lo lindo para que toda esa gente se tragara mis mentiras.

— Me informaron muy bien, deberías considerar un futuro en la industria del cine — respondió Nadeem recargándose en su asiento.

— Puedes burlarte todo lo que quieras —respondió Caín— me gusta verte feliz.

— Bueno entonces acepta que no iras a mi boda —dijo tajante.

— Pues yo creo que necesitarás mi ayuda —insistió el joven Amad

— No lo creo Caín, he sabido hacerme cargo los últimos cuatro años —contestó dispuesto a no ceder.

— Cuatro años ocultando la mitad de tu rostro con ese pedazo de tela —añadió su amigo.

La tensión de este par podría transformarse desde una suave y tranquila brisa hasta un salvaje y desastroso huracán.

En el patio de la casa de los Jingal una chica se despedía de su mascota, un perro de raza pequeña que parecía llorar por su ama.

—Prometo que vendré a verte —decía Luz Maharaní entre lágrimas— en cuanto pueda vendré a traerte comida después le pediré a Diego que te dejé venir conmigo, bueno eso cuando lo convenza de irnos lejos, tu entiendes ¿Verdad?

El animal solo miraba a la joven que lo envolvía en sus brazos.

—Cuida a mamá y papá, pórtate bien no hagas travesuras para que papá no te castigue...

El aire frío de la mañana azotó la pequeña puerta de madera del patio, un golpe sobresaltó a la joven que de repente soltó a su pequeño amigo.

El perro salió asustado hacia la calle seguido de la chica.

Fuera de la casa de la familia Bhat Chopra el brahmán o sacerdote de la comunidad se encontraba charlando con el padre de Alessanbali.

— ¿Usted está de acuerdo conmigo que lo hizo su hija es una falta muy grave? —Le pregunto el anciano.

—Estoy consciente de ello, siento tanta vergüenza en estos momentos —respondió el padre de Alessa.

—Nuestras leyes son muy estrictas señor, una chica con un pensamiento tan liberal y un comportamiento...

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