CAP 20. ENTRE ROSAS Y MENTIRAS

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XX

La mañana llegó y marcaba un nuevo comienzo para toda la familia Darshan.

Una mujer de mediana edad subía por las escaleras caminando de prisa hacia la habitación de su señora cargando un jarrón grande de cristal repleto de rosas, con un pequeño empujón de su pie abrió la puerta del cuarto de la joven Farash.

—Despierte niña —dijo la mujer moviendo suavemente a la chica que seguía durmiendo.

— ¿Qué pasa Kaeme ya son las nueve? —preguntó sin abrir los ojos escondiendo su rostro en la almohada.

—No niña apenas son las siete y media —contesto Kaeme abriendo las cortinas de la ventana.

—Por favor déjame dormir, estoy muy cansada. —pidió la chica cubriéndose con las sábanas.

—-No, despierte es importante —reitero la sirvienta destapando de nuevo a la joven.

La chica se talló los ojos y se sentó en su cama sin deshacerse de la cobija blanca que la cubría.

—Esto llegó en la mañana —anunció Kaeme señalando el jarrón de rosas rojas.

— ¿Y eso? —pregunto extrañada.

—Lo trajeron esta mañana de una florería del centro de la ciudad, el mensajero preguntó por usted, me las entrego y se fue antes que pudiera preguntarle de parte de quien venía.

Rubí se levantó de prisa haciendo a un lado las sábanas con sus pies y corrió a la mesa donde estaban las rosas, buscando con sus dedos aun decorados con henna dio con la pequeña tarjeta oculta entre los pétalos de las flores. Su sonrisa desapareció cuando vio el nombre del remitente.

—Kelram Levelt —leyó confundida

— ¡Que atrevimiento! ¡¿Cómo se le ocurre hacer esto?! —exclamó molesta Kaeme

—No lo sé, ni lo conozco —dijo Rubí sosteniendo la tarjeta entre sus dedos.

—Niña algo turbio se debe traer entre manos, ese tipo fue quien culpó al joven en Pakistán y le robo mucho dinero —explicó la mujer con la voz temblorosa de rabia.

—Estoy enterada —contestó tranquila Rubí llevando sus pensamientos más allá de la habitación.

— ¿Enserio? —cuestionó curiosa y sorprendida.

—Me encontré a una conocida de Nadeem en Madhur y me platicó algunas cosas —explicó la joven Farash recordando aquél encuentro en el bar.

—Entonces ya debe saber que no hay que confiarse de ese hombre, seguramente quiere crearle problemas con el joven. —insinuó Kaeme molesta.

—Pues qué triste por él, porque no creo que a Nadeem le importe —contestó la joven colocando la tarjeta entre las rosas.

— ¿Qué piensa hacer con esas flores? —preguntó Kaeme dispuesta a tirar el arreglo

— Déjalas, son bonitas —indicó Rubí mirando el nombre de Kelram Levelt en letras color plata.

Mientras revolvía el armario buscando sus vestidos Rubí recordó la conversación que había tenido con Nadeem respecto a su situación matrimonial, sus manos se detuvieron al encontrarse con la ropa que habían preparado para ella, las telas eran más suaves y con detalles más finos que aquellas telas que su padre vendía como de lujo, después de pensarlo por un momento eligió uno de esos en especial.

—Por favor Kaeme ve si hay un chofer disponible para salir después del desayuno, necesito ir a ver a mis padres —solicitó la chica aun con la mente pensativa.

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