L U J U R I A [Draco Malfoy y tú]

Procedencia. [1/??]

Las expresiones de impresión en los rostros de los jóvenes eran increíbles. Sus cabezas parecían querer estallar. Todas las caras menos las de Ben y Nellie parecían un poema digno de admirar.

— ¡Oh! ¡Señorita Nellie! ¡Señorito Ben! ¿Ustedes también vienen?

Camile, sorprendida, los saludó con una cordial reverencia y una sonrisa en su rostro. Los nombrados le sonrieron, un poco a regañadientes, sin saber exactamente cómo sentirse.

— ¡Princesa princesa!, pase por aquí, por favor.

Un pequeño niño pelinegro apareció nuevamente por la entrada, el mismo niño que había atendido a la reina haría una hora o así.

— Nuell, encárguese de la princesa, yo avisaré al mayordomo J.L. .

La confusión en la cara de todos era intensa, no sabían donde se habían metido y, no comprendían nada.

— A sus órdenes señora.

El pelinegro se acercó a la joven de pelo negro también; agarrándole de las manos, sonriente. La linda e inocente sonrisa del joven llamó la atención de la más mayor, siendo esta guiada hasta unas escaleras que ella decidió subir, resultándole hasta conocidas.

Pasó su mano por la barandilla de madera, y, cerrando sus ojos, sonrió. Todo le parecía tan extraño pero tan familiar, que no tuvo la valentía de negarse a entrar al cuarto más cercano del lugar.

— Princesa, debe prepararse para la ocasión, su vestido se encuentra en la percha del armario. Vístase y salga cuando se sienta lista.

Y así, el jóven salió dejándola sóla y confundida en el cuarto. Su cabeza parecía querer estallar por la presión y el dolor que la ocupaban.

[Recomiendo comenzar con la canción de multipedia (Copycat- Billie Eilish)]

Su cuerpo tembló, y su corazón latía desenfrenado, no sabía qué estába pasando y sólo quería volver a casa, volver con su padre, volver con los hermanos Malfoy y sus amigos.

Acarició la cama que se encontraba dentro del lugar y observó el hermoso vestido que reposaba sobre ésta.

Desnudó su cuerpo para colocarse las prendas de ropa, empezando por el vestido, seguido de eso una de las sirvientas del lugar entró y ofreció su ayuda para cerrar el cierre de las telas que la cubrían.

Se colocó el pequeño velo que cubriría su espalda, a la vez que la mujer que había entrado con anterioridad le peinaba su hermoso cabello negro.

Le colocó la bisutería que estába junto al vestido y levemente la maquilló de forma natural, poco más que poniéndole algo de colorete y base. Le rociaron con una suatancia que olía a rosas, suponiendo que era perfume.

La joven observó el espejo, mirándose a sí misma, intentando averiguar qué era esa sensación que estába sintiendo, qué era esa nostalgia que la envolvía.

Cerró sus ojos al momento de venirle pequeños recuerdos que ni siquiera reconocía a la cabeza.

— Pequeña [T/n], regresemos a casa, mañana vendremos a ver los cisnes otra vez.

— Sí mamá, ya voy.

Una joven de cabello rubio y ojos verdes agarraba la mano de una niña que no parecía pasar de los 5 años. Ambas caminaban sonrientes por un gran parque lleno de césped natural y un hermoso estanque en medio de este.

Mierda.

Agarraste tu cabeza con fuerza, el dolor que sentías comenzó a ser más fuerte.

― ¡Mami mami, mira, una mariposa! -la niña señaló una bella mariposa Morpho Peleides(morfo azul andina) que se encontraba aleteando alrededor de ella.

― Es tan bella como tú, ¿no lo crees? -la misma rubia del recuerdo anterior apareció frente a sus ojos, agarrando la mano de la pequeña, sonriéndole con cariño.

― ¡Y como mami! ¡Es tan bonita como mami también!

La risa de la mayor resonó por el recuerdo.

Todo era nuevo para tí en ese momento.

¿Por qué venían esas escenas ahora? ¿Por qué después de tantos años, tiene que ser ahora?

Las lágrimas comenzaron a bajar de mis mejillas con rapidez, no lo entendía.

― ¿Sabes que eres la niña de mis ojos? ¿Que siempre estarás en mi corazón?

― Sí mami, lo sé.

― Muy bien cariño, mami solo quiere que lo recuerdes.

La mujer de cabellos dorados le sonrió a la menor, mientras la sostenía entre sus brazos y le daba un abrazo cariñoso.

― Te quiero mucho mamá.

La mayor le sonrió con mucho dolor a la más pequeña, mientras una lágrima rebelde bajaba por su mejilla.

El pecho se te contrajo, no podías con tantos recuerdos, no podías con tanto pasado doloroso, empezaste a creer que haber venido, había sido un error. Tu cabeza comenzó a ser un drástico mundo de caos e intolerancia hacia tí misma.

― ¡Mierda! Esto no, debería estar pasando.

El grito de desesperanza de la joven princesa se hizo escuchar por todo el reino, quizás nunca podría ver todo del mismo modo que antes.

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796 palabras, que, por desgracia, no han podido ser más.

Perdonen la tardanza.

<3