L U J U R I A [Draco Malfoy y tú]

¡Mierda! [1/2]

Sábado, 5:36 p.m.

— ¡Mierda! ¿Estás bien, o qué te pasa? —reclamó Harry, gritándole a Hermione, la cual llevaba la cabeza agachada.

— Déjala Harry, peor hubiera sido que lo hubiera conseguido hacer. —Dijo Danna, intentando tranquilizar a su amigo.

— Danna tiene razón, Potter, lo hecho hecho está.

— Pe-.

— No, relájate, no pasará nada, ¿sí?

— ¿Y qué se supone que hagamos ahora? —preguntó una de las pelinegras, agarrándose de los pelos, mientras Fred la tranquilizaba, o lo intentaba.

— ¿Ustedes? Nada. Hermione la cagó, y la única forma de solucionar esto es entrando al portal y hablar con Hades, yo resolveré esto, ustedes se quedan aquí. —Murmuró la albina, suspirando por lo bajo, sabiendo que esto era una locura—.

— ¡Ni loca te dejaremos ir sóla! —Exclamó la ojiaqua, golpeando la mesa, enfurecida.

— ¿Sabes lo peligroso que podría ser para ustedes, T/n?

— ¿Y? Iremos ¡TODOS! A solucionar el maldito problema en el que nos ha envuelto Hermione.

Entre todos acabaron por ponerse de acuerdo, a las tres en punto de la madrugada, todos se verían en la habitación de la Peliplata, preparados por si algo ocurriera.

Domingo, 3:00 a.m.

En la habitación de la rubia se encontraban Harry, Ron, Hermione, T/n, Aida, Nellie, Ben, Danna y Haizea. Todos ellos preparados para lo que se avecinaba. Se preguntarán... ¿Y el resto? Debido a que el inframundo es un lugar sólo para almas muertas, un gran grupo podría llamar mucho la atención, así que, debatieron que sólo ellos irían, pero, claro, el resto no querían quedarse de brazos cruzados, así que prepararían todo para que al volver, llegásen sanos y salvos.

Listos para la acción, Aida se colocó frente a uno de los espejos de su habitación con la varita en mano, suspirando por lo bajo. Comenzó a pronunciar palabras en otro idioma que ninguno de los chicos ahí presentes conocía, exceptuando a las gemelas Collegens. Claro que sabían que idioma era, sin embargo, no conocían tanto de este como para entender las palabras dichas.