ESPECIAL (1)

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(Escena narrada por el autor).

14 de Abril. 1:15 a.m.


Sus respiraciones estaban alteradas y se mezclaban. Los ojos de ambos reflejaban su propia lujuria, su deseo, sus propios sentimientos el uno por el otro, y las muestras de afecto habían subido de tono.

El placer que sentían entre ellos era abundante, deseosos de más, a cada caricia que alguno daba, era como una pequeña bomba de éxtasis para sus propios cuerpos.

Sus miradas estaban incrustadas mutuamente en los ojos de su contrario.

Sus labios entreabiertos, y a destiempo plañiéndo, debido a todas las emociones que se encontraban experimentando, aún que no por primera vez.

Sus cuerpos haciendo fricción entre ellos, mientras ambos gimoteaban. El roce entre sus intimidades era cada vez más ansiado.

Deseaban sentirse, más alla del rozamiento por encima de sus ropas, así que con desesperación y ansias, cada quién empezó a desvestir al contrario.

Ella anhelando el contacto del muchacho y él con el afán de poder sentir a la joven y sus movimientos sobre él.

El cuerpo de la azabache ya se encontraba totalmente expuesto para el contrario, al igual que el rubio estaba desvestido frente a ella.

El deseo se podía notar a leguas entre los dos jóvenes.

Deborándose con la mirada, la joven se sentó velozmente sobre el regazo del otro, abalanzádose, consiguiendo la fricción que aquellos dos amantes con tanto desiderátum que poseían anteriormente.

—N-necesito sentir más, Draco. Más.—Jadeó la ojiaqua, codiciando sentir el miembro viril del chico.

—Yo también...—Susurró de manera ronca el ojigris, posando sus manos sobre la cintura de la joven, ahogando pequeños gruñidos en el cuello de esta.

En el ambiente se notaba en exceso el deseo sexual que cada quien poseía, y en un intento de apaciguar el placer poseído por ambos.

Sus labios se unieron en un beso feroz y lleno de tentaciones creadas por los dos.

Las caderas de la joven se movían, deleitándolos con el goce que les proporcionaban los actos de la fémina. Una de las manos del chico subía por su torso, dirigiéndola hacia uno de los senos de la chica, provocando que más gemidos de satisfacción salieron de los labios ajenos a los de él.

Acarició estos, empezando a pellizcar levemente los rozados y ya, endurecidos pezones de la "más joven", y con su lengua, amenazaba la zona débil del cuello de esta.

Los roces se hicieron más insufribles, ahora sin dar el gusto que ambos necesitaban para apagar el ardúo estado en el que estában.

De un momento a otro, la azabache levantó sus caderas, lo suficiente para poder colocar el pene erecto sobre la entrada de su vagina, jadeando en el acto hecho.

Sus pechos subían y bajaban, ambos en busca de aire, con sus respiraciones alborotadas y reclamando más, más y más de lo que ya sentían.

Poco a poco, comenzó metiendo el glande del pene erecto dentro de ella, soltando leves gemidos de exclamación, seguidos por los pequeños gruñidos roncos y varoniles de su acompañante.

Cuando ya estában unidos totalmente, y después de esperar unos minutos, para acostumbrarse al grosor del miembro varonil y a la estrechez de la intimidad femenina, comenzaron los leves vaivenes entre ambos cuerpos.

Desenfrenados e incontenibles sonidos de placer, consiguieron llenar la habitación en la que se encontraban, haciendo movimientos cada vez más rápidos.

—D-Dra-aco.~♡ A-ah~♡ M-má-máaasss.~♡ —comenzó a delirar la joven, cuando el chico tocó el punto G de esta, sintiendo como la vagina de la fémina cada vez se estrechaba más.

—T-Tn..—gruñó Draco.

La joven pareja de amantes, inmersos en su atmósfera placerienta, no les importó ser ruidosos, ni que nadie les escuchase, estában cegados por la lujuria que cargaban el uno con el otro.

Las embestidas del rubio eran cada vez más intensas, cargadas de fuerza. Ambos estaban cegados en ese momento por el sentimiento de sentir más del otro.

La azabache arqueaba su espalda, creando un ligero y bonito arco con esta, haciendo que el rubio se sonrojara mínimamente al ver como los senos de ella botaban en el acto.

—D-Draco~♡ V-vo-voy ah~♡—.

Un grito inundó la habitación, la joven había llegado al clímax, provocando en su acompañante la intensificación de sus embestidas, para poder llegar él también.

Dos estocadas más hizo falta para que él, se corriera dentro de ella, llegando también al tan ansiado orgasmo.

Sus respiraciones aceleradas y agitadas, sus ojos aún conectados. Aún estában en ese ambiente que tanto los había excitado, y, saliendo de la muchacha, se acostó al lado de ésta.

Posicionó una última vez sus labios sobre los de ella, viendo como caía lentamente en los brazos de morfeo, mientras él, sólo pudo hacer una última cosa antes de cerrar los ojos.

La acurrucó entre sus brazos, tapándose a él mismo y a la acompañante, para antes de cerrar los ojos, dejar unas pequeñas palabras al aire.

—Te amo, Tn. —Murmuró, cayendo él también en los brazos de morfeo, sabiendo que mañana la joven posiblemente se molestaría por el futuro dolor de caderas.

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♡ 𝟗𝟐𝟎 𝐩𝐚𝐥𝐚𝐛𝐫𝐚𝐬.♡

Nota: Antes de nada pedir perdón si existe algún tipo de falta de ortografía. Debéis tener en cuenta que es de las primeras veces que narro escenas sexuales y que, creo, que a mi parecer, esta me ha quedado bien.

Deseo que les haya gustado este pequeño especial el cual no es tan largo, por que sólo tenía pensado poner la escena.

Un abrazo, y ya mismo pueden ver los siguientes especiales.

L U J U R I A [Draco Malfoy y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora