Capítulo 14: Tu compañía es simplemente molesta

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Al día siguiente como todas las mañanas, había terminado de desayunar con la Emperatriz y deseaba relajarme así que me dirigí a la biblioteca para leer un momento. Al llegar estaba buscando libros que me llamara la atención, al encontrar varios me dirigí a un sofá que estaba enfrente de la enorme ventana.

— Aquí estará bien —

Sentada, empecé a leer tranquilamente, me sentía más tranquila ya que supe que Hans hoy se largaría a su Imperio, era una excelente noticia. Mientras leía sentí que colocaron algo en mi cabeza, una cinta de color se atravesó en mi vista ¿Qué es esto?

— Deberías adornar más tu cabello rubio —

Mientras ladeaba mi vista hacia la cinta, vi para el frente, en ella se encontraba Hans sonriendo casualmente... ¿¡Que hace este idiota aquí!?

Alejándose de mí, me seguía mirando con esa estúpida sonrisa en su rostro.

— Nunca creí que serias una chica tan interesante —

— ¿Qué quieres? —

Aun con el sombrero en la cabeza lo miraba seriamente respondiendo fríamente.

— Solo vengo a alagarte ya que te veo bien, eres muy atractiva ¿tu belleza será más cuando crezcas? —

— Deja de decir estupideces —

— ¿Acaso está mal decirte cosas hermosas? —

Suspire profundamente ya que esta persona me estaba empezando a desesperando demasiado, así que empecé a quitar el sombrero de mi cabeza.

— Dejemos las cosas claras; no me interesas, no me llamas la atención y te odio ¿sí? Así que, lárgate de mí vista —

Parándome coloque el sombrero en su pecho empujándolo hacia atrás con fuerza. Lo único que tenía en mente era largarme de la biblioteca para irme a mi habitación, cuando me daba la vuelta Hans agarro mi muñeca haciendo que yo lo volteara ver.

En el momento que me voltee Hans agarro mi mentón y con la misma, beso mi nariz.

— Yo no podre odiarte, Liz —

En ese mismo instante levante mi mano, dándole una abofeteada. Esa estúpida sonrisa no se borraba de su rostro mientras colocaba su mano en su mejilla la cual, se encontraba rojiza por la bofetada.

— No seas tan agresiva, quiero hacer las paces contigo —

— Entonces desaparece de mi vista —

Cuando Hans quería acercarse a mí, una voz lo detuvo... la conozco pero ¿Por qué suena tan enojado?

— ¡Aléjate de ella, acosador! —

Ladeando mi rostro, Alejandro había salido detrás de unas estanterías, acaso tu ¿nos estabas espiando? Desconcertada por su enojo, mire como se acercaba a Hans con su ceño muy fruncido.

— ¿¡Cómo te atreves a ponerle un dedo encima!? —

Molesta decidí mejor abandonar la biblioteca, dejando solo a Alejandro y el idiota de Hans.

***

Mientras que los jóvenes Príncipes discutían, el ambiente se volvía tenso y sombrío.

— ¿¡Sabes la gran diferencia de edad que tienen!? —

— No —

— ¡Ella tiene 12 y tú 15! ¡Te recuerdo que no ha hecho su debut, acosador! —

Mientras que Hans escuchaba los regaños y gritos de Alejandro, decidió sentarse en el sofá donde se encontraba anterior mente Liz, cruzando las piernas mientras recostaba su rostro en su mano izquierda.

The secret of a Kingdom: Saga Corazón de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora