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Renuncia de derechos, los personajes que salgan aquí son de sus respectivos autores.

"....."

Serafall se enmudeció ante lo que sus ojos estaban presenciando, aquello era inaudito.

¿Acaso no se daban cuenta de que aquellas personas necesitaban ayuda más que nada?

¿Por qué habían votado en contra de su propuesta? Serafall no alcanzaba a entender aquel motivo y le entristecía sumamente.

"Goku-chan... te he fallado"- se dijo la azabache bajando la cabeza, le había prometido a su amigo que haría todo lo que fuera posible por ayudar.

Entonces cayó en la cuenta... las palabras de Goku le hicieron pensar que todo saldría bien, sin problemas pero la realidad era bastante diferente.

Ella había vivido la guerra civil, sabía que la sociedad del inframundo se arraigaba en valores tradicionalistas y conservadores, así que jamás aprobarían una ayuda a las clases más bajas.

Sabía que tanto Sirzechs como Ajuuka habían votado «no» a su propuesta dado que no querían generar un descontento entre los sectores más conservadores de la cámara de demonios.

Estos sectores estaban a favor de una nueva guerra contra el cielo y contra Grigori, la facción de los viejo Maou también estaba a favor por eso Sirzechs intentaba contenerles como podía.

Pero negarse a ayudar a todas esas personas era una opción que no pasó por su mente, ahora que habían denegado su propuesta no sabía qué hacer y más que decir a su amigo Son Goku.

No sólo a él sino a su hermana menor Sona, pues ella también manifestó sus ganas de participar en el proyecto y sería una forma de iniciar su plan de crear una academia para demonios de clase baja.

"¿Qué habrá podido pasar para que propongas algo así sabiendo que estamos en una situación tensa Serafall...?"- indagó Sirzechs observando analíticamente a la Maou, quien le fulminó.

-Absténgase de mirarme Lucifer-dono, no es lo más inteligente en estos momentos... -Serafall espetó de forma cortante y Sirzechs abrió sus ojos azules al escuchar aquellas palabras.

"¿Qué te ha ocurrido Serafall?"- Sirzechs no pudo evitar preguntarse aquello, esta no era la Serafall que conocía, algo extraño le estaba sucediendo.

Incluso Falbium se desperezó al oír el tono de voz usado por Serafall, sabía que si decía una palabra ahora su vida correría un gran peligro de muerte.

-Por favor orden en la sala... -Zekran golpeó un mazo en la mesa para que se produjera un silencio en la sala- habiendo aclarado ya este punto, procederemos al siguiente orden del día.

Serafall apretó sus puños al notar la sonrisa burlona que le dedicó Zekram por unos instantes, por más que ella quisiera hacer algo Zekram era el demonio más longevo luego de Mephistoteles y tenía mucha influencia política y económica.

Zekram apoyaba a los conservadores así que jamás habría aprobado una reforma que pudiera favorecer a las clases más bajas del inframundo.

-Se nos ha notificado la noticia acerca del despertar de la matriarca del clan Bael, Lady Misla, que actualmente se encuentras en las instalaciones hospitalarias del territorio Sitri -habló Zekram haciendo que Serafall abriera rápidamente sus ojos al oír aquellas palabras.

"¡¿Cómo se ha enterado?!"- se preguntó la Maou, aunque bien sabía en el fondo que Zekram tejía las redes del inframundo y que tenía demasiados contactos como para no saber aquello.

Sirzechs se sorprendió ante la noticia, los médicos pronosticaron un coma indefinido para Misla pero jamás se esperó que se despertara tan pronto, por lo menos era algo reconfortante.

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