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Renuncia de derechos, los personajes que salgan aquí son de sus respectivos autores.

La noche llegó al inframundo ante el paso taciturno de las horas y el momento de la cena entre los Phenex era cada vez más próximo.

El cielo de aquella zona se mantenía con un matiz púrpura, tal y como estuvo durante el día.

Ravel estaba saliendo de su cuarto en dirección al piso inferior donde estaba el gran comedor. La muchacha vestía un vestido negro sin tirantes que resaltaba sus enormes senos para su edad.

Su madre le había dicho que se vistiese elegantemente porque tendrían un invitado. Ravel no sabía si considerar como invitado a alguien de clase baja pero obedeció a su madre.

Un collar perlado estaba en su cuello así como relucientes pendientes en sus orejas. Su cabello ondulado tenía algunos adornos y había un labial carmesí impregnado en sus suaves labios.

"Todo esto porque un plebeyo va a cenar con nosotros... es indignante"- discurrió Ravel con una mueca mientras bajaba por las escaleras.

Vio a varios sirvientes arreglando detalles del comedor como la decoración y algunas maids poniendo platos y cubiertos sobre la gran mesa que ocupaba la plaza central del comedor.

"Estás realmente hermosa Ravel"

La voz de Lady Phenex sonó detrás de ella y sintió cómo la mano de su madre se posaba en su hombro izquierdo con un deje de cariño.

-¿Madre esto es necesario? -Ravel preguntó arrugando la frente y su hermosa madre suspiró, agachándose a su altura con una sonrisa.

-Ravel hija... bien es cierto que nuestra posición de nobles nos otorga mayores privilegios que a los plebeyos y demonios de clase baja, no son muy diferentes a nosotros si lo piensas bien, pues respiran el mismo aire, comen, duermen... así que tenemos que respetar su dignidad sin perder la autoridad frente a ellos, parte de eso consiste en ser noble pero pocos lo entienden... -explicó Lady Phenex mientras que su pequeña hija asentía oyendo atentamente- sé que aún te queda por aprender, pero estoy segura de que lo entenderás con el paso del tiempo hija mía.

"Hahaha interesante conversación entre madre e hija, realmente interesante lo que he escuchado"

Un hombre alto, rubio, ojos azules oscuros y trajeado intervino en la charla con una sonrisa, él era Lord Phenex patriarca y líder actual del clan.

-Te ves bastante lindo querido -halagó Lady Phenex con una sonrisa juguetona mientras le guiñaba amorosamente el ojo a su esposo.

-Oh, creo que tengo la respuesta adecuada para tu halago, ¿serías tan amable de esperar unas horas a que te dé tu respuesta? -preguntó Lord Phenex con la misma sonrisa mientras que el rostro de la matriarca Phenex se enrojecía.

Ravel se movió incómodamente ante eso y se alejó disimuladamente del lugar para no seguir escuchando la embarazosa conversación que mantenían sus padres como dos adolescentes.

Caminó hasta el salón principal hasta sus pasos se vieron interrumpidos por el sonido del timbre que resonó por la zona. Ravel encrespó el ceño pensando de que trataba de ese plebeyo y en unos de segundos se detuvo frente a la puerta.

-¡M-mi señora! -una criada exclamó al ser empujada mientras caminaba para abrir la puerta pero al parecer eso lo haría Ravel.

Ravel abrió y vio que se trataba de un hombre rubio de constitución atlética, ojos azules y que vestía un abrigo de color negro. Era Ruval, el hijo primogénito de la familia Phenex y el hermano mayor de la familia.

PhenexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora