06

2.6K 329 74
                                    

Jennie caminaba por los grandes pasillos de la universidad, tenía cientos de ojos sobre ella y Jennie solo quería los ojos de su tailandesa sobre su pequeño cuerpo. Desde su beso con Lisa, no había vuelto hablar con ella. Lisa le estaba evitando a toda costa, incluso le pospuso sus tutorías con la excusa de "Me siento mal, Jennie."

Había intentado acercarse a la peli naranja, pero cuando Lisa veía a la coreana, simplemente salía corriendo.

¿Razón? Lisa se había atrevido besar a Jennie. No una vez, si no dos malditas veces. Lisa no quería que Jennie pensara otra cosa, Lisa había estado pensando en cosas que no debería pensar.

Se paró frente a su casillero y tenía la vista perdida en el. Necesitaba hablar con la tailandesa lo antes posible. Una voz le sacó de sus pensamientos. Alzó la mirada y se encontró a la amiga de Lisa entrando al comedor mientras hablaba por teléfono. Jennie sonrió y se aproximó ha acercarse.

Roseanne se había sentado en una de las mesas donde las amigas de Lisa solían sentarse. Había sacado un libro, que al parecer estaba leyendo y una hamburguesa con papas. Se acercó silenciosamente e hizo que Rosie saltara del susto.

—¿Está ocupado? -Preguntó alzando una ceja.- No me importa. -Rodó los ojos y se sentó en la silla.- ¿Cómo estás, Roseanne?

—Ay, por las ratas. La mismísima hija de Lilith se hizo presente. -Susurró con cierto temor.- ¿Qué quieres, Kim? No tengo dinero, puedes llevarte mi hamburguesa.

—¿Eh? No quiero tu estúpida hamburguesa. -Respondió en un gruñido.- Bueno... ¿Puedo tomar una papa? -Roseanne levantó una ceja ante el comportamiento de Jennie. Jennie se había vuelto un poco suave.-

—Claro. Pero, ya, en serio, ¿Qué quieres Jennie?

—¿No puedo mantener una conversación contigo sin que pienses que quiero algo? -Rosé negó.- Tienes razón, si quiero algo.

—Aquí vamos. ¿Qué quieres de mí?

—Vengo a ofrecerte mi silencio por el número de Manoban.

Roseanne empezó a toser con intensidad. Golpeó varias veces su pecho mientras trataba de asimilar las palabras de la morena.

—Tranquila, no es como si hubieras matado a alguien, ¿O sí? -Interrogó cruzando las piernas y poniendo más nerviosa a la australiana.-

Jennie era experta en poner nerviosa a cualquier persona en menos de 1 segundo, y Roseanne no era la excepción.

Jennie solía aprovecharse de su popularidad y su reputación que tenía en el instituto para su necesidad. Sabia muchas cosas de los alumnos que cruzaban en su mismo curso. Sabia que la mismísima Sana, la mujer que todos creen que no mata a una mosca, le fuera infiel a su novia, también sabía que el australiano que tenía de amigo, dormía con el coreano de vez en cuando para satisfacer sus necesidades sexuales. Pero no podía ir por ahí contando secretos, pero podía usar eso en su contra.

—Me pregunto, ¿Por qué quieres el número de Lisa? -Preguntó Rosé interrogando.-

—Por si lo notas, tu amiga me está evitando.

—¿Lisa evitándote? ¿Por qué lo haría?

—No lo sé.

—Si sabes, dime y te doy el número.

Jennie guardó silencio pensando en su respuesta, no quería dar detalles y que la castaña se diera cuenta de lo que había pasado esa vez, o al menos no quería en ese momento.

—Kim Jisoo.

—¿Qué pasa con Kim?

—Esa es mi pregunta. ¿Qué pasa con Kim Jisoo? ¿Por qué la evitas?

Odio a Jennie Kim. | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora