Roseanne había bajado muy emocionada a recibir las cajas de pizza que Lisa y ella habían pedido para la pijamada que iban a ser. Lisa llevaba días un poco triste y Roseanne había notado ese cambio drastico de humor.
Entró a la habitación de Lisa con 3 cajas en las manos pero antes de entrar, se detuvo en la puerta observando que Lisa se encontraba con los codos recargados en la ventana que daba hasta el mini super que le quedaba frente que su casa. Tenia la mirada perdida en aquella mesita compartida con la esperanza que algo, o más bien, alguien apareciera.
Dejó las cajas de pizza en la cama y se acercó en silencio hasta ella. Tomó su hombro logrando que saltara del pequeño susto que le dió.
— ¿Estás bien, Lisa? -Roseanne fue la primera en romper en silencio y Lisa asintió.
Lisa mentía. Era claro que lo hacía pero Roseanne no quería solo esa respuesta. Se giró para seguir a Lisa y la tailandesa ya estaba en la cama sentada en forma de mariposa y abría lentamente la caja de pizza.
— Que asco, tiene piña. -Se quejó soltando un gruñido.
— La pizza con piña es lo más. -Respondió Roseanne caminando hasta la cama y sentándose en ella.
— Sabe feo.
— ¿Sabes qué es más feo? -Preguntó alzando una ceja y Lisa ladeó un poco su cabeza curiosa. — Que digas que estás bien cuando no es verdad.
Lisa soltó un suspiro hondo.
Roseanne le conocía muy bien y ella podía descifrar cuando estaba mintiendo y cuando no.
— No me vengas a decir que estás de maravilla y que no hay otro día mejor como este. -Roseanne se acercó un poco a ella y tomó sus manos para luego mirarle a los ojos. —Sé que nos hemos distanciado un poco este año gracias a la escuela pero eso no quita que seas mi mejor amiga. No creas que soy como Seulgi o Mina. Te conozco perfectamente como si fueras la palma de mi mano, conozco cada parte de ti y sé cuando no estás bien. -Lisa dejó escapar una risita tímida y asintió de nuevo. Ella sabía que la conocía pero le dejó hablar. —Y sabes que tengo razón. Tú risa me lo acaba de confirmar.
Roseanne, a diferencia de sus demás amigas, conoció a Lisa cuando ella era una pequeña tímida niña que amaba quedarse en la hora de receso en el salón a dibujar en una esquinita. Roseanne era muy alegre y muy sociable para esa edad, ella tenía muchos amiguitos en el jardín a diferencia de la tailandesa.
No había sido fácil para la más alta hacer amigos, ya que, nadie le hablaba a la chica nueva por ser nueva y por venir de otro pais.
Ese día Roseanne había entrado a su aula porque había olvidado su lonchera dentro de ella y para su sorpresa, se había encontrado a la castaña de ojos de avena dibujando en una esquina del salón. Por primera vez, se acercó tímidamente a la chica.
Ella pensaba que Lisa era un poco reservada por quedarse dentro y no irse jugar con los demás niños. Antes de sentarse u hacerle una seña para que la niña se diera cuenta que Roseanne estaba ahí, volteó hacia tras para ver cómo sus amiguitos jugaban fuera pero se decidió quedarse con la niña.
Se sentó en la mesita frente a ella. Roseanne se había quedado callada observando cada movimiento que la chica nueva hacía.
La castaña estaba muy concentrada en su dibujo que no se había dado cuenta que tenía compañía. Tenia sus ojos centrados en aquella hoja de papel que tenía un bello gato dibujado en el. Estaba dándole sombra a su gato y Roseanne se quedó sorprendida. Dibujaba bastante bonito para tener su misma edad.
Ella sólo podía dibujar círculos y palitos.
Despegó su mirada para buscar otro lápiz que tuviera una mejor punta pero soltó un brinquito al ver a la chica sentada viéndole atentamente.
ESTÁS LEYENDO
Odio a Jennie Kim. | Jenlisa
FanfictionLisa odia el comportamiento de Jennie Kim, odia su altivez y su comportamiento idiota que tiene pero, lo que más odia, son los sentimientos que Lisa tiene por Jennie. Lisa odia amar a Jennie Kim, pero... unas palabras pueden cambiarlo todo. ¿Dolerá?