Capítulo 8: Escalofríos.

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¿Como lo sabía?

-Pero... todo está bien.-dije aún mirando al frente confundida.

-Entiendo porque no me lo has querido decir. Pero aún pase algo, tienes que contar conmigo. ¿De acuerdo?-decía.-Lamento que todo este tiempo haya evadido todo y no intente ayudarte o como mínimo saber qué pasa en sus vidas. -Raven tenía lágrimas en los ojos.

Yo la abracé.-Tu siempre te has involucrado en todo y si alguien ha estado ahí para todos y en especial para mi has sido tu Raven.

Ella me devolvió la sonrisa.

...

Al amanecer del domingo no tenía nada para desayunar. Así que le dije a Raven que iría por algo a la tienda.

Me vestí y salí. Pase a la tienda de la esquina por unas galletas y dos cafés.

Raven lo sospechaba todo.

Era imposible ocultar algo.

Estaba en la entrada del edificio y choque con alguien al entrar.

-Perdón.-dije al hombre de espaldas. Reconocí el cabello güero.

Se dio la vuelta.

Me quede inmóvil. En cuanto me miro, pude seguir el camino. No toleraba verlo a los ojos.

Quería desaparecer de ahí.

-Jade no te vayas.-dijo detrás mío.-Tengo que hablar contigo. En serio lamento todo.-Hablaba muy apresurado.

Quería gritarle lo imbécil que era.

-¡Jade!

-¿Qué Liam?-le dije al enfrentarlo cansada.

-Lo siento...-Liam se veía un asco, por lo menos con su rostro lo deduje en seguida.

-¿Quien te crees?-le espeté.-¿Confías en que después de lo que hiciste puedes tener esperanza de que te perdone?-dije a punto de llorar, pero no lo haría.-Llegue a mi límite... Liam... hice lo posible por entenderte, pero no por lo qué pasó puedes tratarme así.

-Te trate así porque tú andabas...

-Ni se te ocurra decirlo.-me dolía lo que decía.-No sabes lo que dices.

-Tú lo volviste peor.-dijo acercándome a él.

...

FlashBack

-¡LIAM DETENTE!-le volví a gritar y esta vez me acerqué para alejarlo pero solo conseguí que se fuera contra mi.

Tomo mi brazo y mi cintura me llevo afuera.

-Liam me lastimas.

-Estoy mal por la muerte de mi mejor amigo...-empezó a decir cuando estábamos afuera.-...y por lo mientras tú andas por ahí como una cualquiera.

-¡¿Qué?!-dije al zafarme de él.-¿Qué acabas de decir?

-Deja de...-respiró hondo con la cenas marcadas en los brazos.-...hacerte Jade.

No quería seguir escuchándolo. Me di media vuelta pero sentí como jalo de mi cabello.

-Tú no puedes hacerme esto. No después de todo.-decía.

-Liam me lastimas. Suéltame por favor.-dije.

-Solo pedía que me entendieras.

-¡ESO HICE LIAM!

-¡NO!, CLARO QUE NO.

Me dio un golpe en el ojo. Sentía demasiado caliente y me mareé.

Fin de FlashBack

...

Liam puso sus manos en mis rostro, sentí escalofríos y sé cayo el café encima de él por eso.

Subí las escaleras corriendo.

Llegue al departamento agitada cerrando la puerta detrás de mi.

Me sentí asustada, triste, enojada. Mal.

Camine a la cocina y deje las cosas sobre la barra, después de eso me recargue sobre la barra. No quería llorar de nuevo por eso. Estaba demasiado furiosa por lo que hacía. Y lo que tramaba.

-Oye oye ¿qué sucede?-llego Raven tocándome la espalda angustiada.

Respire y saque el aire, me limpie las pocas lagrimas que saque.-Estoy bien... estaré bien.-le dije asintiendo.

Raven me abrazó.

Y le conté lo qué pasó.

...

Había poca luz iluminando mi habitación. Era muy temprano. Como las cinco de la mañana del Lunes.

Estaba nerviosa.

Sobre todo por la academia. Todavía no me podía creer que estaría allí. Muy pocas personas logran ser admitidas. Y yo fui una de esas personas.

Me sentí fenomenal.

Pero aún así el miedo de quedar hasta abajo de la lista me mataba.

Y con tanta competencia, sería complicado. Pero podía esforzarme más.

Me hice un chongo, me puse mi leotardo, un pants encima y guarde todo lo que necesitaría para entrenar en una bolsa que era para eso.

Desayune una manzana con un cereal y me fui hacia la academia, estaba a veinte minutos de aquí.

Me alegraba la idea de tener a Amelie ahí, no me sentiría sola.

El camión me había dejado cerca de la academia así que solo camine por unos minutos y cuando estaba en la entrada...

Sentí por una parte demasiada emoción... por otra miedo y por otra que tendría que esforzarme todavía más de lo que ya lo hacía anteriormente.

Las piernas me temblaban.

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𝐀𝐜𝐢𝐚𝐠𝐨 𝐁𝐚𝐥𝐥𝐞𝐭 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora