Capítulo 18: Detalles.

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Después de salir de la academia tenía tiempo antes de entrar a la escuela ya que tenía la primera hora libre, así que decidí tomar una caminata por esta parte.

Me sentía muy cansada y mientras caminaba vi a una mujer de mayor edad comiendo un helado... se veía delicioso. Tuve un antojo enorme.

Parecía una librería, pero también había comida. Entre y me senté en una mesa, me recargue sobre ella poniendo mis manos sobre mis ojos.

Tienes que calmarte Jade... no puedes seguir así... ¿Qué carajos te esta...?

-¿Jade?

Mire hacia arriba lentamente.

Felix.

-¿Tú... trabajas aquí?-le pregunté.

-Si... Amm ¿quieres algo?-dijo sorprendido.

-Un helado... como el de la mujer de allá afuera si eres tan amable.

Dije tomando otra postura. Debo verme fatal.

-Te lo traeré.-dijo sonriéndome antes de irse.

Me quede mirando la enorme ventana. Después me di cuenta de lo lindo que era este lugar.

-Aquí tienes.-me dijo al dármelo.

-Gracias.-lo acepte y empecé a comerlo. Era delicioso.

-¿Puedo?-señalo la silla de enfrente.

-Adelante.

-¿Te gusta?-me preguntó.

Pase saliva.-¿No se nota?-dije comiéndolo.

Sonrió de lado.-¿Prácticas algo?

Mire hacia donde estaban sus ojos.-Si, bueno... ballet.-dije sonriendo leve

-¿Estas en la academia que está a una cuadra?-dijo señalando su pulgar atrás.

-Mmm así es.-dije saboreando el helado.

-Entonces debes ser buena.

-¿Cómo lo sabes?-pregunté terminando el helado.

-Supongo que si sabes que es una academia muy conocida por los alumnos y sobre todo por competir a nivel internacional.

-Aún así, sabes mucho.

-Gracias, eso me lo dicen mucho.-me dijo.

-Aja.

-Solo conozco donde vivo, como la mayoría de habitantes en Milán. No tienes que sentirte acosada.

Acosada.

Era algo de lo cual sentía en alguna parte. Y que no me dejaba descansar.

-Jade.

-Jade.

Lo mire.

Estaba serio y lucia un poco preocupado.

-¿Estas bien?-iba a tocar mi mano e iba a  apartarla pero el fue más rápido.

Pensé que sentiría... algo.

-Si... ya tengo que irme.-dije levantándome.

Deje el dinero del helado y me fui.

...

Me concentre en las clases y solo en las clases toda la tarde. No me quise distraer, hice todas mis tareas esa misma tarde y la noche la tuve libre ya que la señora Rosa había salido y me dijo que mañana trabajaba. Estaba en la biblioteca de la universidad terminando un proyecto y sentía que mis párpados se caían.

Mi cabeza caía de lado a lado. Estaba muy cansada.

...

-Jade... Jade... ya es muy tarde, vámonos.

Ryder estaba frente a mi cara moviendo mi hombro suavemente.

-¿Me quede dormida?

-Eso parece. Son la una, ¿no tenías que ir a tu trabajo?-me preguntó mientras me levantaba.

-No, tenía libre. ¿De quien es esta sudadera?-pregunté por la sudadera que tenía sobre la espalda.

-Te digo fuera de aquí, vámonos ya antes de que alguien venga.

...

Llegamos al edificio y subimos el elevador.

-Por poco y te pudiste haber metido en un lío.-me decía.

-Estaba durmiendo, no es ilegal.-dije al llegar al piso.

-Si pero aquí muchos piensan mal.

-Aquí y en toooodo el mundo.-dije.

Iba a abrir mi puerta y Ryder la suya.-Buenas noches y gracias por la sudadera, supongo que es tuya.

-Ah, no es mía. Es de Felix. ¿Son amigos?-me preguntó y yo solo me sorprendí.

-Amm... eso creo.-dije pensativa.

-Nunca lo imaginaria, pero me alegra que si conozcas a alguien más que no sea yo, en fin, descansa, mañana desayunamos o bueno en unas horas.-dijo y cerró la puerta.

Yo hice lo mismo.

Era una sudadera negra, sencilla y para mi un poco grande.

Me la quite y la observé por unos segundos.

Felix...

¿Quién eres?

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𝐀𝐜𝐢𝐚𝐠𝐨 𝐁𝐚𝐥𝐥𝐞𝐭 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora