Capítulo 14: Invitación.

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Los Viernes eran los días que más trabajo tendría, era una hora extra en el ballet, pero una hora menos en la universidad. Igual tenía que trabajar esta noche.

Estábamos haciendo la rutina que el maestro Bernard nos dejaba. Estiramientos, calentar, practicar. Para la hora extra nos iba a poner una secuencia.

-No no no... Amelie te sigue fallando el Plié. Estira más el cuello y levanta la barbilla cuando lo marques.-dijo el maestro levantando su barbilla.

Nos iba corrigiendo.

Ahora venía un salto.

Al hacerlo frenó la música.

-Okey, necesito que todas menos Jade vayan al frente y miran hacia acá.

Me quede quieta.

-De acuerdo Jade, marca de nuevo ese Grand jeté por favor.

Hice lo que me pidió.

-Bueno, de estar en una presentación, todos hubieran notado que ese salto fue terrible.

Todas dieron una risita.

Me sentí torpe.

-Si se vuelven a reír harán cincuenta relevés, y no querrán ver cómo terminan sus pies.-las regañó.- Okey Jade, quiero que marques los brazos despacio.

Hice lo que me pidió.

-Alto.-dijo.-Observemos aquí. Hemos hablado de lo importante que es mantener  la curva en la espalda al hacer este paso, sino no se nota el efecto.

Puso una mano en mi espalda baja y otra en el abdomen.

Cerré los ojos al sentir su tacto. El maestro lo noto.

-¿Todo bien?-me preguntó.

Asentí, intentando soportar lo incómoda que me sentía.

-Bien.-me hizo hacer hacia atrás mi espalda. Quitó sus manos y las puso en mis brazos.-Estos un poco más atrás.

Volví a sentirme mal.

-¿Podrías decirme que sucede querida?-me dijo al soltarme.

-Nada, todo está bien.-contesté.

-No, no lo creo. Si te pones así cada vez que te tocan, no podrás bailar en parejas nunca.

Baje la mirada.-Lo sé, no volverá a pasar.

-De acuerdo. Vuelve a repetir.

Marque el Grand jeté.

-Mejor. Bien eso es todo por hoy, nos vemos el Lunes.

Fui a ponerme mi pants y por mis cosas al igual que las demás.

-Todos los días veo a mi nutrióloga, ella me ayuda a mantener mi figura, deberían hacerlo ustedes.-decía Beatriz a sus amigas.

-Deberías recomendársela a la pálida, yo estoy perfecta.-contestó otra.

Sin querer hacer contacto visual, me fui de ahí sabiendo que hablaban de mi.

...

Estaba en la biblioteca en mi hora libre de la escuela, haciendo tarea. También leí un poco para distraerme.

Mi teléfono empezó a vibrar.

Número desconocido

Contesté.

No dije nada.

-...

Colgó.

Aparte el teléfono y seguí leyendo.

Después mi mirada se fue. No he hablado con mis padres desde que me fui.

¿Debería visitarlos?

-¿Qué estás leyendo?-llego Felix asustándome.

-Algo muy cursi.-dije sonriendo de labios cerrados.

-¿Eres cursi?-me preguntó.-No pensé que fueras ese tipo de personas.

-Que no lo aparente no significa eso. Pero probablemente no lo sea.-dije.

-Bueeeeeno.... mañana dos amigos y otra amiga irán al autocinema. Iremos con ellos y tal vez después vayamos por unas hamburguesas. ¿Te nos unes?

Sonreí un poco recargada en la mesa con mi brazo.

-¿Te has sentido mejor?-me preguntó.

-No, pero espero que la película de mañana me ayude.-dije aceptando la invitación.

-Ojalá que si Jade.

Levante un poco mis mejillas como sonrisa 

Nos quedamos así unos segundos, no nos sentimos incómodos al no decir nada. Entonces se fue y me quede ahí.

Pensando...

Vi que había un papelito en la mesa.

Lo abrí.

Te dejo mi número para quedar de acuerdo.

Sonreí.

...

Pasó el Viernes y siendo Sábado me arreglé. No sabía que usar,  entonces me quede igual. Pantalones negros con un cardigan y unas botas.

Como no sabía a que hora quedaríamos le marqué.

Sonaba el tono de espera.

-Que tal...

-Hola.-dije.

-...hablas con la contestadora de Felix, el cual debe estar muuuuuy ocupado, si eres una chica muy guapa, deja de marcar, recibimos muchas llamadas.

Rodeé los ojos.

-¿Jade?-dijo.

-Que tal... ¿muy ocupado?

-Amm ¿si?

-Debes ser un hombre con suerte.-le dije.

-¿Por que lo dices?

-Por recibir puras llamadas de chicas. Y chicas guapas.

-Ah si, supongo, pero a todas las rechazo. De estar con tantas chicas sería un hombre aburrido.-dijo sarcásticamente.

Sonreí.

-Supongo que llamaste para ver a qué hora puedo ir por ti.

-No, en realidad quería decirte donde nos vemos, no tienes que venir por mi.

-Aprovecharé el auto de mi buen amigo, te  veo en tu edificio a las diez.

-Pensé que iríamos más temprano o más tarde.-dije.-Tengo trabajo a las nueve.

-No te preocupes por eso, la señora Rosa está de acuerdo con que debes relajarte un rato.

Fruncí el ceño.

-Ajá.-dije dudosa.-Seguro ella dijo eso.

-De verdad. Si quieres ve a la tienda a asegurarte.

-De acuerdo.-dije.

-Bien. Hasta las diez.

Colgó y de inmediato le mande mensaje a la señora Rosa.

Y lo confirme.

¿Tanta molestia se tomó, solo para que me relajara una noche con él y sus amigos?

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𝐀𝐜𝐢𝐚𝐠𝐨 𝐁𝐚𝐥𝐥𝐞𝐭 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora