Paredes con figuritas y muchos colores, retratos familiares y juguetes exparcidos por todas partes...
Conosco esta habitación, me siento en el borde de la cama y justo al pie de ella encuentro mis zapatillas, no se como termine aquí y no estoy segura de querer saberlo, hay un muy pequeño pero chirriante sonido en mi cabeza, siento que podría explotar, me pongo de pie y tomo en mi mano los zapatos, abro la puerta con mucho cuidado de no hacer ruido, la puerta al principio del pasillo está abierta.
Bien, puedo hacerlo... soy buena para desaparecer, camino de puntitas, ya casi, solo un poco mas...
- ¡princesa! - mi pequeño corre y salta a mis brazos.
- Matti, cariño... mira que grande estas. - lo abrazo susurrando.
- es que ahora como mis verduras y me dan poderes para crecer. - dice soriendo dulcemente, es una ternura, miro de reojo a la habitación y puedo ver a Alex tendido boca abajo, con la espalda descubierta, se remueve.
- eso es increíble. - susurro y beso su mejilla.
- ¿por qué ya no vienes a verme? - cuestiona.
- lo siento mucho mi niño lindo... es que he tenido mucha cosas que hacer. - respondo abrazándolo una vez más y bajandole de mis brazos despacio. - ¿puedes hacer algo por mi? - pido.
- si. - dice muy animado saltando.
- es que yo debo ir a trabajar, pero tu papi esta muy cansado, por que no vas y lo acompañas hasta que despie...
- ¡Papá! Mira quien vino a verme.- salta Matti muy feliz... no como yo, que me ahogo en mi miseria.
- ¿ya te vaz? - pregunta detrás de mí, me giro y tiene a Matti prendido de su pierna.
- si ya... Gracias por... por lo. - bueno si recordará como llegue sabria por que agradecer, el suspira.
- no traías ningún bolso, ni nada contigo, espera un momento, te llevaré a tu casa. - dice dándose vuelta y metiéndose a su cuarto.- Matt... lleva a Rebekah a la sala. - grita desde adentro ¿Dijo Rebekah?
El pequeñin toma mi mano y me lleva con él.
- Hola. - saluda la mujer con la que estaba Alex... ella de nuevo.
- Mamá, mira esta es la princesa. - el alma se me cae a los pies.
- oh, mi amor... que linda es, ya veo que tenias razón. - lo besa en la mejilla y deja un vazo de yogurt en la mesa.
- ¿tu eres la hermana de la esposa de Alex? - me atrevo a preguntar directamente.
- si, también soy su actual esposa.- No entiendo nada.
- vale... - me agachó y empiezo por poner mis zapatillas, enciende la licuadora, la cabeza me va a reventar en cualquier momento.
- toma esto. - dice ofreciéndome un vazo con algo rosa dentro.- es solo jugo de fresas no tiene veneno. - dice riendo, que bueno saberlo.
- Él y yo no estamos juntos, nunca lo hemos estado... Solo se caso conmigo por mi capricho. - dice entregándole otro vazo del mismo jugo a su hijo, podría responderle que nadie le preguntó pero no quiero ser grosera, tampoco tengo la cara para hacerlo ahora, por que ella tenía razón, tenía miedo de escuchar algo así y ahora siento la culpa llegar a mi muy despacio.
- mamá, mi jugo necesita moras. - dice Matticon su carita angelical.
- vamos. - dice Alex entrando ya vestido, con unos vaqueros negros, y un suéter beige, asiento y salimos de la casa hasta su coche, no intenta decir nada sobre la mujer que está allí, supone que ya lo se.
Enciende el coche, yo me pongo el cinturón.
- ¿Donde te llevo? - pregunta cortante, empezando a avanzar, no me había dado cuenta que tendré que decirle dónde vivo, le doy la dirección y conduce en absulto silencio y calma, temo que se haya dado por vencido conmigo, tal vez yo también lo abría hecho en su lugar, a un par de calles de llegar detiene en coche en el semaforo rojo, es mi oportunidad de bajar, si ya se acabó todo entre nosotros, olvidaré hasta su dirección y es mejor que él ni sepa dónde vivo yo.
- Me bajo aquí. - aviso abriendo la puerta, en cuento bajo los pies toma mi mano y me hace caer en el asiento.
- que no vez que estamos en medio de la calle.- ¡que estúpida! regreso a dentro y cierro la puerta, esto es de verdad molesto, suspira agotado y pasa una mano por su barbilla, por que tiene que ser tan guapo y odioso, esta en verdad enojado, creo que nunca se había comportado así conmigo...- dejame llevarte, no estás vestida apropiadamente para estar en la calle a esta hora de la mañana. - dice serio.
- ¿que tiene mi vestido? - inapropiado es lo que tengo ganas de hacer con él, señala la parte de abajo.
Esta lleno de manchas, genial, eso me pasa por jugar a esconderme.
Otro coche se de tiene junto al suyo, el tío que conduce baja su ventana y me sonríe, bajo la mirada avergonzada no me sonreiria si viera lo mugrosa que estoy, el brazo de Alex pasa frente a mi vista y presiona el botón que termina subiendo la ventana, inevitablemente se me pinta una sonrisa en el rostro, es que ¿esta celoso?
Dedicado a AdriiAcostaDeGomez Gracias por tu apoyo, espero te esté gustando la historia ☺️
ESTÁS LEYENDO
Sr. Mancini
General FictionHabía pasado por varias relaciones a mi corta edad de diecinueve años, muchas infantiles en las que un simple roce de mano llegaba a sonrojarme, algunas en las que ver una película y tomarnos de la mano era lo mas intimo a lo que podíamos llegar, he...