Muy temprano el viernes a tres dias de mi gran día, vino mi tía a visitarme como de costumbre a insistirme para que salgamos, algo en lo que pocas veces logra convencerme, pero esta vez estaba convencida, traía hasta la ropa y el maquillaje que usaría yo.
- No puedo creer que me hayas convencido.- murmuro dando una ultima revisión en el espejo a mi aspecto, me veo bastante bien de hecho, zapatillas de tacón brillantes, un vestido cómodo negro que me hace lucir la piel mas blanca.
- Cariño, te la pasas encerrada, tus padres están preocupados y tu sabes que si tus padres están preocupados debo entender que algo anda mal, además somos hermosas y jóvenes pero no tanto como la noche así que date prisa.- dice pasando labial rojo por sus labios, Tía Daniela es la hermana menor de mi padre, es apenas cinco años mayor que yo, así que puedo gozar de una tía que también es una excelente amiga.
- No es algo de lo que deban preocuparse solo estudio, pero dejare de quejarme, vale... Vámonos - digo tomando mi abrigo y mi bolso.
- vale, vámonos, Jhon es un buen amigo pero no le gusta la inpuntualidad de los mas cercanos a él...- dice riendo.
- y tu debes ser muy cercana Dani, estas muy apresuradita.-molesto caminando agarrada de su brazo, ríe y camina tranquila, es una mujer aventurera, le encanta probar cosas nuevas y ese Jhon es tan nuevo en su oficina como el vestido que mi tia compro hoy para esta fiesta, el coche nos deja en la entrada de la casa de su amigo.
- ya sabes, si te sientes incomoda solo dime, trata de estar cerca de mi o has amigos.- pide preocupada.
- Dani, por favor... Estaré bien.- aviso sonriendo, es joven pero inevitablemente tía.
- es que no abra gente tan joven como tu, solo quiero que te sientas comoda.- dice anciosa.
- lo haré, ya respira.- asiente sonriendo y entramos, su amigo acompañado de una bellísima mujer nos reciben.
- Querida Daniela que bueno que viniste, te presento a mi hermana Lucrecia.- dice, mi tía la abraza y besa en las mejillas.
- un gusto y ¡Feliz cumpleaños!.- dice abrasandolo.- ella es mi hermana Becky.- me presenta.
- un gusto.- me saludan ambos.
- igualmente.- sonrió, los dejo hablando y me voy a dar vueltas por la mansión con un vazo de vino en cada vuelta, las paredes son de un exquisito color crema con lineas doradas casi invisibles, pisos tal vez de mármol color gris, es una linda casa y muy bien decorada, un cuadro de Sandro Botticelli yace en una pared abandonada cerca del bar.- es hermoso.- murmuro para mi misma.
- lo es, aun que no esta completa.- dice, un hombre atractivo, mayor por supuesto, esta parado junto a mi observando la pintura con interés.
- lo se, solo ocupan el extremo derecho de la pintura y representan el momento en que Céfiro, el viento del oeste, tras recibir el flechazo de Cupido realiza el cortejo amoroso...
- a la ninfa Cloris, a la que fecunda con un soplo para transformarle en Flora, la diosa romana de la primavera.- completa mi explicación, guapo y culto, sonrió por lo bajo, vienés con Daniela, ¿verdad? - pregunta
- si, aun que a estas alturas ella ya debe estar donde esperaba terminar la noche y sera mejor que yo me vaya.- digo acomodando mi bolso.
- soy primo de Jhon, podría llevarte.- dice.
- ¿enserio? - pregunto sorprendida, no parece del tipo que hace favores, bueno en realidad no es alguien a quien se descifre a simple vista así que del tipo que sea, no lo sabre ahora, él asiente.
- vale, dejame hablar con Jhon o su hermans y nos vamos.- pido.
- me gusta, mujer precavida vale por dos.- dice siguiendome, la hermana de Jhon afirma que es su primo y me asegura que estoy en buenas manos, aun que ni siquiera la conozco a ella.
Me subi en su coche y este empezó a manejar después de escribir mi dirección en el mapa.
- asi que ¿Daniela es tu hermana? - pregunta.
- algo asi.- respondo.- y ¿Jhon es tu primo? - cuestióno.
- lo es desde que tengo memoria.- sonrie.- y te gusta mucho las pinturas, conozco poca gente con la que haya podido conversar sobre pintura.- dice interesado.
- la verdad me gusta pero no como para y echarme una charla sobre lo bueno que era pintando Botticelli, a mi me gustaría saber mas de ti.- digo coqueta, mi sentidos desvarían dejándome coquetearle.
- pregunta... Lo que quieras.- dice.
- ¿estas soltero? - pregunto.
- bastante.- responde sonriendo.
- estaciona aquí.- pido ansiosa al ver que pasábamos por la playa, el estaciona el coche, me bajo corriendo y el me sigue.
- ¿¡que haces!? - grita, me quito las zapatillas y corro por la arena.
- no seas estirado y sigueme.- ordeno, duda... Pero corre detrás de mi hasta la orilla del mar.
El agua esta helada asi que aun que mi inconsciente desea saltar a ella me abstengo y concentro mi atención en mi acompañante, me mira fijo y yo a él, doy un par de pasos observando cada facción, sus ojos verdes y sus largas pestañas, el lunar junto a su manzana de Adán y su cabello castaño alborotado, no podría olvidarlo, el parece perfecto.
- voy a besarte.- murmuro, no se mueve, no dice nada, mis labios rozan los suyos con delicadeza, no puedo describir lo que estoy sintiendo, entre el viento tibio que nos sopla y las olas del mar haciendo su típico ruido de golpes y el delirante roce de sus labios con los mios, logran encendernos como si fueramos la dinamita y el fósforo que da inició a la exploción.
Me envuelve en su brazos y yo me aferro a él, caemos uno sobre el otro besandonos en la arena, dejándonos llevar, sus manos grandes con las venas marcándolas, varoniles y fuertes me recorren el cuerpo, de repente estoy sobre él, besándolo con locura, meciéndome sobre su excitación.
***
El sol me ciega e intento ubicarme, la cama es suave y cómoda, pero no es mi cama, me siento sobre el colchón y veo un cuerpo musculoso junto a mi de espaldas... ¡Ay no!, ¡ay no...!
El vestido
La pintura
XOXO
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Sr. Mancini
Художественная прозаHabía pasado por varias relaciones a mi corta edad de diecinueve años, muchas infantiles en las que un simple roce de mano llegaba a sonrojarme, algunas en las que ver una película y tomarnos de la mano era lo mas intimo a lo que podíamos llegar, he...