Sr. Mancini

Flores

Me levante temprano y después de bañarme desperté a papá para desayunar, ninguno tenía muchas ganas de conversar, pero lo intentabamos sobre todo por que el quería verme sonreír y yo sonrió para verlo sonreír a él, pase mi infancia lejos de mis padres, siempre estaban tan ocupados pero ahora que mas los necesito están conmigo.

Solo me falta alguien...
¿Estará bien? ¿Pensara en mi? No me de volvió el mensaje, ni volvió a llamar, creo que es lo mejor, pero a veces, bastantes veces, me hace falta.

- debo pasar por la oficina y dejar algunas cosas en orden. - aviso haciendo mi plato a un lado.

- vale, te llevaré y recogeré. - dice pasando la servilleta por su boca, esboza una sonrisa, no pensé que fuera a ser tan difícil, después de arreglarse salimos juntos de casa y conduce en silencio hasta la oficina mientras suena música lenta en la radio.

Llegamos, entró agarrada del brazo de mi padre y todos nos saludan, los que ya saben lo que sucede conmigo, me miran compasivos, el chisme aquí se exparse más rápido de lo que trabajan, me reúno con mi asistente entregándole todos los documentos en los que trabajé desde casa, le dejo algunas indicaciones y antes de que me despida me entrega el correo y me dice que estas semanas han llegado ramos de flores para mi a la oficina, pero que tuvieron que tirarlas por que se marchitaron.

- esta bien, no pasa nada. - pienso que Alex no se ha rendido y que sus flores significan que insistirá, me siento amortificada, no lo quiero cerca, me entrega algunas tarjetas.

- venían con los ramos de flores. - dice, las tomo y me dirijo a mi padre.

- ¿nos vamos? - dice poniéndose de pie, sus ojos tristes intentan brillar para mí.

- vamonos papá, cocinare algo rico para ti. - digo agarrandome de su brazo, el ascensor se abre y nos topamos con un ramo de rosas.

- James...

- Beck, vaya, creí que no te encontraría de nuevo. - sale y me abraza emocionado, me entrega las flores, aun no se ni cómo reaccionar.

- ¿como esta? - saluda a mi padre.

- muy bien, hijo ¿y tu como has estado? - pregunta, papá amablemente.

- pues si le soy honesto, he estado pensando mucho en su hija. - dice sonrojado, me mira de reojo, mi padre suelta una carcajada.

- venga ya... Pues vente a cenar con nosotros, mi hija se a comprometido a preparar la cena.- dice aún riendo.

- claro... Vente a cenar. - lo invitó con las mejillas calientes.

- con mucho gusto, incluso voy a ayudarte a prepararla, no lo saben pero soy un excelente cocinero. - dice, entramos juntos al ascensor y me padre empieza a sonsacarle información sobre si mismo, lo conocemos muy poco, para ser honesta, no se que hace aquí, me atrevo a levantar las tarjetas para verlas y efectivamente, no son de Alex, suspiro aliviada.

Narra Alex

- todo estuvo delicioso, muchas gracias. - dice pasando la servilleta por su boca.

- por nada Lenka, a sido una linda cena, es bueno tener de vez en cuando una charla amena.- digo bebiendo de mi copa.

- me alegra comprobar que eres un buen hombre, como creí. - dice con tono dulce.

- todo esto a sido agradable pero ¿puedo ser honesto contigo?