Cuando eres un padre joven, soltero y exitoso, las mujeres omiten el "padre" de tu historial por el simple hecho tener el título, joven y exitoso, obviamente no todas las mujeres y Beck claramente es parte de esa excepción, a ver encontrado el amor y lealtad en la misma mujer no tiene precio, puedo confiar ciegamente que va a querer a mi hijo tanto como me quiere a mi, abraza una ultima vez a mi madre y ella le regresa el gesto de carino besando sus mejillas, le abro la puerta del coche y esta se sube sonriendome, mi madre me abraza y derrama algunas lagrimas...
- cuídala y has lo correcto con ella es una buena muchacha.- me susurra, después de que mi padre también me abraza me subo al coche y partimos hasta el aeropuerto, se aferra a mi torso y me susurra al oido.
- vai a casa amore mio.- se me escapa una risita, su acento italiano empieza a sonar natural, me da un pequeno golpe en el abdomen haciendo un puchero, la atrigo un poco mas nos besamos sintien do tanto amor que un beso no es suficiente, si no estuvieramos de camino al aeropuerto...
mi telefono vuelve a sonar alterando mi paz...
- contesta por favor llevas dias ignorando el telefono.- dice Beck.
- no, es del trabajo los solucionare cuando lleguemos alla...- repondo silenciandolo.
- yo tendré que viajar un par de dias nueva york a la oficina...
- mi amor mira las ojeras que tienes tal vez este viaje te cayo muy pesado, necesitas descansar de viajes por...
- no Alex no puedo dejar tirado el trabajo ya tuve unas largas vaciones desde que llegue a los angeles, pero prometo que solucionare algunas cosas par establecer unas oficinas aqui y y acerme cargo de mis deberes desde aqui.- dice muy tranquila confio en que es capaz de lograr todo lo que se proponga, pero me preocupa su salud ella es una mujer preciosa e increiblemente atractiva, irradia luz por donde va, pero la siento cansada y empieza a reflejarse por fuera.
- vale cariño
*****
llegamos a casa despues de un largo vuelo en el que beck lo paso fatal... dudo en venir conmigo hasta mi casa, pero necesitaba ver a mi hijo y saber como estaba katherin.
- hola.- katherin al abre la puerta, me abraza y le pide a Beck que pase amablemente puedo notar la incomodidad de mi mujer asi que entrelazono mi mano con la suya y me la llevo dentro, Matti corre desde el salon.
- papá.- me abraza
- princesa...- dice y salta a los brazos de Beck, ella lo recibe con carino.
- matti, corazón mira que guapo estas.- dice haciendole cosquillas.
- ¿tu y papa vuelven a estar juntos? - pregunta emocionado, con los ojos brillantes, Beck levanta la vista para ver a Katherin apenada.
- lo hablaremos con Calma en otro momento campeón. - dice Beck, el sonido de un teléfono interrumpe congelandome. - es el mio, me disculpan. - dice y busca en su bolso... Suspiro no se cuanto mas ocultare a Jimena, ni siquiera lo de Italia va a superar esto... Ya no quiero seguir así, tengo que tomar una decisión y hacer lo mejor para mi, pero sobre todo para Beck.
- hay problemas en el trabajo, dice Beck acercándose a mi, toma mi mano con la cara triste. - ... El dinero de las recaudaciones para la función no ha sido depositado, no podemos perder ese dinero, es para los niños, tengo que ir a casa, tomaré un vuelo mañana temprano pero no tardaré mas de un par de días.. - dice. - amor no quisiera irme así... Pero...
- tranquila, todo va a estar bien, si necesitas cualquier cosa, no dudes en llamarme cariño... Seguro vas a solucionarlo.- tomo su cabecita con cuidado y dejo caer en su frente un beso, un beso de arrepentimiento, soy tan estupido que e dejado crecer este problema tanto que ya no se por donde empezar a solucionarlo, quisas con ella de viaje, pueda convencer a Jimena que desista, me da un beso, y se va a la cocina en busca de Matti, mi teléfono vibra de nuevo en el bolsillo de mi pantalon.
¡Joder!
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Sr. Mancini
Narrativa generaleHabía pasado por varias relaciones a mi corta edad de diecinueve años, muchas infantiles en las que un simple roce de mano llegaba a sonrojarme, algunas en las que ver una película y tomarnos de la mano era lo mas intimo a lo que podíamos llegar, he...