🐱 Mi mente sigue siendo mi dolor, estoy atado a esta cadena que se mueve en espiral, mientras me duele para encontrar un abrazo sagrado. Quédate conmigo, tengo miedo de mi alma.
🐥Él sostiene mi cuerpo en sus brazos, no pretendía lastimarme. Todo...
Me senté en mi lugar de siempre, con algunas dificultades ocasionadas por los golpes de Sangwoo en mi cuerpo. No le presté mucha atención para desviar cualquier distracción. Saqué mis pinturas, lápices, etc y comencé a dibujar lo único que permanecía en mi cabeza.
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—Que bien te verías de cabello claro Suga Hyung.— Sonreí al ver terminado mi trabajo
—Ya empezará nuestra sesión.— Dijo Namjoon asomando su rostro por la puerta del lugar
Asentí y tomé mis cosas dirigiéndome a mi habitación, acomodé todo organizadamente tratando de no dejar a la vista lo que contenía el lienzo. Me senté en la mesa quedando en frente a Namjoon, él me hizo llenar algunas pruebas psicológicas con dibujos, textos y demás cosas aburridas.
—¿Ya no habrán más sesiones con Hoseok y Yoongi?.— Cuestioné
—Yoongi no se ha comportado muy bien últimamente y ha estado en crisis, así que Hoseok lo está manejando por su cuenta.— Respondió revisando las pruebas
—Ya veo...— Suspiré —Hace poco volví a practicar mi canto.— Él abrió sus ojos como platos
—¿De verdad Jimin?, eso me hace muy feliz, pensé que no volverías a cantar después de lo ocurrido.— Su mirada me dejaba ver que se sentía orgulloso de mí
—Solo quiero cantar para poder entrar a la sala de música y conocer a la persona que toca ese piano.— Dije sin expresión
Inicio flashback
Me quedé un rato más en la escuela para practicar mi voz en un salón de clases ya que a Jaebom le molesta escucharme en casa. Estaba entonando mi voz cuando escuché a alguien hablando afuera en los pasillos, eran dos maestros. Detuve mi voz para poder escuchar.
—Es un chico muy disperso y no deja de cantar en lugar de ponerse a estudiar.— Dijo la maestra en un tono cansado
—Que se puede esperar de alguien que no tiene padre y que el único acudiente que tiene es su hermanastro. Tal vez ni tiene una familia de veredad.— Respondió mi maestro de matemáticas
