Cap.39

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POV JIMIN: 

—Jimin, no tienes necesidad de estar robando artículos de la sala de artes, porque igualmente son para tu uso.— Dijo Bangchan reprendiendo mi acción, pero yo no podía sacarme de la cabeza el hombre rubio que acababa de ver 

—Bangchan, ¿Quien es el psicólogo que estaba en la habitación de en frente?.— Cuestione aun consternado por lo que acababa de ver

—No lo sé Jimin, solo te vi a ti.— Rascó su nuca —¿Ya te había dicho que me gusta mucho el castaño en tu cabello?.— Fruncí el ceño al sentir su repentino cambio de tema 

—Gracias... — Dije por lo bajo

Algo estaba pasando a mi alrededor pero aún yo no era consiente de qué era ese "algo". Bangchan ese mismo día me quitó los implementos de arte que robe y los regresó sin acusarme con nadie, esa misma noche como castigo él me llevó la cena a la habitación, sin dejarme salir, pero el no sabía que eso a mi no me importaba, no es como si tuviese con quien hablar en el comedor, más sin embargo si tenia muchos ojos observándome de manera casi acusadora.
Esa noche no pude dormir con tranquilidad, uno de los enfermeros en turno de la madrugada lo notó y me dio algunas píldoras extras para lograr con el cometido de Hipnos y Morfeo. 

Con algo de cansancio me levanté de la camilla, abrí la puerta, ¿abrí la puerta?, pero si siempre ésta tiene seguro para evitar accidentes, problemas y ese tipo de asuntos. Observé mi brazo, parece que algún medico retiró el yeso mientras dormía. Caminé por el frío pasillo, estaba más frío de lo normal, tal vez estábamos entrando de nuevo a invierno y éste congelaba el interior del hospital como si de un refrigerador se tratase, mis pies descalzos daban con la fría baldosa del suelo, pero me sentía libre, ningún enfermero o enfermo estaba arruinando el ambiente del lugar. El piano con la misma canción volvió a sonar por los pasillos del lugar, así que con pasos rápidos me acerqué a la sala de música, por lo que se percibía las luces de adentro estaba apagadas, ¿Cómo alguien podría estar tocando el piano con absoluta y pesada oscuridad?. Tomé todo el aire que mis pulmones pudieron soportar y con mucho valor intenté abrir la puerta, pero, esta si tenía seguro, ¿Entonces la persona que está ahí adentro cómo logro entrar?, ¿se habrá quedado encerrado?. Con mi puño toqué la puerta varias veces, fueron tantas veces que mis nudillos estaban rojos y adoloridos, rendido me aparté un paso, en ese instante el piano dejó de sonar. Alguien toco la puerta desde adentro, me acerqué juntando mi oreja a la puerta.

—¿Hay alguien ahí?.— Pregunté juntando la palma de mi mano a la puerta 

—¿Jimin?.— Se escuchó un susurro fuerte, esto no me permitía reconocer el tono de voz de la persona, podría ser cualquiera —¿Jimin, eres tú?.— Mi piel se erizó desde mis pies hasta mi cabeza 

—S-sí... ¿Tú quien...?.— Me interrumpió

—Jimin, yo sigo aquí.— Siguió comunicándose en susurros —Soy yo.— Dio dos toques a la puerta —Sabía que me encontrarías Jimin, porque tú eres yo y yo soy tú... Todavía te espero Jimin.— Un sollozo se escuchó —¿Tú me crees verdad?.— Tocó la puerta de nuevo 

—¿Puedes salir de ahí?, quiero verte, no te recuerdo pero siento tu cuerpo moverse siempre aquí.— Yo seguí golpeando la puerta con una mano y con la otra sostenía mi pecho 

—Esa pálida piel tuya a cambio de mi devoción.— El sollozo en su voz se detuvo —Aquí estoy, sácame.— La puerta empezó a sonar muy fuerte, era como si tras ella estaban dando la mayor cantidad de golpes posibles, los golpes se hacían cada vez más fuertes, parecía que estaba golpeando con todas sus extremidades, hasta con su cabeza —SÁCAME.— Un grito de desesperación terrorífica retumbó mis oídos

SEDUCIENDO A LA MUERTE +21 | YOONMIN |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora