Cap 19

1.2K 134 6
                                    

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro y se ha volado
Y mi corazón está loco porque aúlla a la muerte
Y sonríe detrás del viento a mis delirios
Que haré con el miedo
Que haré con el miedo
Ya no baila la luz de mi sonrisa ni las estaciones queman palomas en mis ideas
Mis manos se han desnudado y se han ido dónde la muerte enseña a vivir a los muertos —Alejandra Pizarnik

POV JIMIN:

Me paré frente al espejo del baño mientras limpiaba las lagañas de mis ojos, habitaban en mis lagrimales en gran cantidad debido a mi llanto la noche anterior. Abrí mi boca grande y vi mis amigdalas inflamadas, me dolían, no podía pasar saliva como lo hago normalmente.

—Que bien que ya dejaras de llorar.— Escuché decir a Suga quien entró al lugar —¿Dormiste bien?.— Asentí en respuesta —Mamá y papá vendrán hoy a vernos.— Dijo mientras se quitaba todas las prendas y se quedó en silencio hasta quedar completamente desnudo

Me empujó sacándome del baño y me aventó a la cama con brusquedad, lo miré confundido pero sin decir nada, sentía algo extraño en su mirada y el tono de su voz. En ese instante la imagen de Jin frotando su brazo y toqueteando su cien se apoderó de mí cabeza. Observé los brazos y el pecho de Suga, parecían tener moretones viejos que nunca lograron sanar por completo, marcas que se quedaron a medias, a medias como nuestra vida actual. Ahora enfoqué mi mirada en la cien de su tensionado rostro, una vena se asomaba con claridad y se veía casi como palpitaba al ritmo de su inestable corazón.
Puso sus delgadas y largas manos en mis pantalones bajandolos hasta quirarmelos, hizo lo mismo con el resto de mis prendas. Por mi parte no podía hacer nada más que observarlo con miedo y con amor al mismo tiempo, me sentía enamorado de su manera tan enferma de poner toda su atención en mí, cada segundo de su vaga vida. Pero que miedo me impregnaba el pecho cuando en el aire se palpaba su enfermedad, cuando la esquizofrenia venía a ser parte de mi fría realidad.
Min Yoongi, Suga, querido compañero de hospital, de vida, de malestares, me tienes de rodillas clamandole a un Dios que no existe y rogando por un amor que no sucede, ¿O sucede?, ¿Estas aquí?, ¿Sigues aquí?.
Me giró con brusquedad, de nuevo, tan tosco,tan insensible, la respiración de ambos se podía escuchar en todo la casa rodante. Una punzada me atravesó haciéndome agonizar de dolor, me sentía deshacerme sobre las sábanas. Lágrimas caían de mi rostro y la tención en mis cejas se hacía cada vez más pesada, pero, podía sentir como una innata sonrisa se formaba en la parte baja de mi afiebrada cara.
Rasguños pasaban por mi espalda y trasero, rasguños que se sentían tan similares a tu sucio desprecio que me desgarraba el corazón desde adentro. Planté mi mirada en su rostro, anhelaba verlo a los ojos para ver qué me podía decir desde su posición, lo miraba y lo miraba tanto que ya nuestras miradas habían creado una conexión para que cualquiera pudiera entrar en el otro cuando le apeteciera. Bien, estaba bien, porque estaba siendo tuyo, como un lacayo, como un fiel seguidor. Mi abdomen dolía y sentía como se expandía, mido 1.74 y peso 40 kilos, era de esperar que pudiera verlo a él mientras escarbaba en mí interior, se veía en carne viva el movimiento que era mayor y más fuerte que mi pobre abdomen de anoréxico. Lo sentí hasta mi ombligo, pero su rostro cambiaba cada vez que rompía una nueva capa en mí, pero no solo capa física, él muy bien sabía que estaba rompiendo una capa emocional también.
Intenté moverme por las náuseas que me estaban dando, no era por asco, todo lo contrario, estaba teniendo una fusión divina en este momento con el único ser humano que se ha preocupado por mí en toda mi vida, que extasiado y que agradecido me podía sentir al mismo tiempo.
Él tan negado a mis movimientos solo me tomaba con más fuerza y me dejaba inmóvil con fríos movimientos sin vida, porque su vida estaba adentro de mí, no fuera... Para ser la primera vez, nuestra primera vez, todo empezó como una violación y fue fluyendo como su invasión en mí vida terrenal carente de sentido. Tal vez pasaron minutos u horas, porque el tiempo se volvió algo efímero sin ninguna repercusión en el momento, repercusión que solo la pude sentir cuando me estaba llenando de él, tan mojado y caliente que chorreaba por en medio de mis piernas, así como yo chorreaba mi todo sobre su aura. Que bien me sentí siendo tuyo.

SEDUCIENDO A LA MUERTE +21 | YOONMIN |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora